Por José Fernández
Javier Rodríguez Pardo, referente de las luchas socioambientales en la Argentina, fue un destacado y valioso militante contra el intento de hacer de nuestra Patagonia un basurero nuclear a nivel mundial. Además se lo considera el padre de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), espacio que a nivel nacional articula a todos los sectores que pelean contra el modelo extractivista instalado en nuestro país.
En el marco del taller de talleres organizado por “Pañuelos en Rebeldia” (en diciembre del 2014) en el barrio de Pompeya en Buenos Aires realice la siguiente entrevista a Rodríguez Pardo, la cual toma singular importancia y relevancia debido  al reciente fallecimiento de quien ha dejado una importantísima huella en las batallas socioambientales.
Pese a su visible estado deteriorado de salud, el autor del libro: “Vienen por el oro, vienen por todo”, brindó esta profunda e instructiva entrevista donde reflexionó sobre la importancia de los combates socioambientales, destacando la necesaria actitud educativa para la toma de conciencia en la pelea Patagónica contra la intención de instalar un basurero nuclear allá por los años 90. Además valoró el significativo proceso que culminó en Esquel contra el NO a la instalación del proyecto minero avalado por el gobierno provincial de Chubut y el Intendente de Esquel a favor de la minera Meridian Gold.
Aquella insigne experiencia que se consagró, en marzo de 2002, con una consulta popular donde más del 80% de la población voto por el NO a la mina, generó una reacción en cadena de resistencias contra la megamineria a cielo abierto a lo largo de todos los pueblos cordilleranos de nuestro país.
La noticia de la muerte de Javier Rodríguez Pardo, es tomada con mucha tristeza por cientos de luchadores socioambientales, pero su legado que se expresa en organización y toma de conciencia, perdurará y continuará alimentando la resistencia al modelo extractivista.
Sin dudas Javier corre en el viento de nuestra Patagonia, subiendo por nuestra cordillera hacia el norte, trepando por los Andes para enlazarse con nuestra América latina.
– ¿Cuál es la importancia de la lucha contra la mega minería y por los bienes comunes?
– En principio la lucha nosotros habíamos visto un impacto muy grande, que producía este tipo de actividad de extractivismo en contaminación fundamentalmente. Contaminación de suelos, no pensábamos en otra cosa que en la contaminación de aire y suelo que había producido por la minería. El uso del cianuro de sodio, el agua que es el comunicador, el transporte que lleva todo a la biósfera. Era la preocupación mayor como en lugares como la Patagonia, que requiere mucha atención desde el punto de vista turístico. La gente busca a la Patagonia, como descanso, como lugar de recreo, y la gente que fue a vivir fue buscando una calidad de vida. Por eso cuando se votó, no a la minería, se explicaba, que no se oponían a que algún país ciudad o pueblo, fuera minero, pero que ellos no querían serlo.
Pero muy pronto hemos visto que había fallas, que no solamente ocurría el problema de la contaminación, que lo que había era un saqueo real de todos los minerales, que acompañan al mineral madre que ellos venían a buscar. Arrastraban con todo, y muchas veces era más valioso el mineral que acompaña al mineral de oro o cobre que venían a buscar, como por ejemplo el Molibdeno, el Rhenium. Empezamos a explicar que el Rhenium hay mucho en la Patagonia, en la zona de la meseta fundamentalmente acompañando al Uranio. No hay turbina de avión que no tenga entre un 6% o 7%, cuando empezamos señalar ese dato, la gente empezó abrir los ojos de otra manera, ¿Por qué? Porque estos minerales se los llevaban gratis, no pagan por ellos, no había manifestación de su existencia, ni que se lo levaban. Nosotros ya sabíamos cuál era la legislación que habían creado las transnacionales, para directamente llevarse todo al mejor costo, sin mayores gastos, y prácticamente diciéndoles; “señores, este es el territorio argentino; vengan, tomen, saquen y lleven”. NO dejaban nada, no pagan ni el derecho de agua.

Al rato nos dimos cuenta que faltaba algo más y que era el daño que hacían en las comunidades de las zona, en las economías regionales. Provocaban un éxodo. La gente se iba buscando otro horizonte otro lugar. Donde estaba la minera se iban a lugares distintos, para sembrar, para plantar. Así, hemos recorrido sitios y los hemos filmado, lo hemos mostrado a los compañeros. Donde el hortelano, con una simple asada desviaba el agua que venía de algún socavón, donde había algún proyecto, o mina en actividad, o en desuso o aparentemente cerrada.
Venían contaminando, y contaminaban los plantines, y no se iban del lugar, desvían el agua, y traían con gran costo de otros lugares, con cañerías muy artesanales o con gomas, de mil formas. Esto lo vimos por ejemplo mucho, en el río Tonco en Salta, en San Carlos donde también se pretende re-abrir una mina de Uranio y hay tendencia explotaciones de todo tipo.
El panorama que se veía era muy negro. Así que pronto descubrimos, con el tema de la minería, que Argentina se convirtiera en un país minero era una locura, porque nunca fue. Una cosa es que haya minerales y otra cosa es ser un país minero. Porque nunca fue rentable el mineral, ¿Porque hora es rentable? y porque ahora no hay minerales en el planeta, viene a buscar lo que queda.
Nuestro discurso ante ellos, los ingenieros mineros, los funcionarios de minas y ante los propios dueños de las transnacionales, terminó siendo ese. “Señores nosotros sabemos a qué vienen, vienen a llevarse lo que queda, vienen a llevarse el resto”.
Lo que queda es el invento de la diseminación del mineral. Que el mineral está diseminado, entonces hay que volar la montaña, por eso no hay más grutas, socavones, galerías, no hay más un minero con un casco y la linterna en la cabeza, porque la explotación se hace a cielo abierto. Entonces las razones de porque se hace a cielo abierto con esas voladuras inmensas, es porque hay que barrer inmensas cantidades de territorio, para convertirlo decididamente en atrapar el poco mineral que se haya diseminado. A cuanto más diseminado está el mineral, más voladura y agua necesito.
Y hay dos cosas que nos llamaron mucho la atención al analizar el informe de impacto ambiental que presentaban las mineras.
Ellos no consideraban en el impacto ambiental, ni al agua, ni a la energía. Osea que en sus datos y costos, aprecia cianuro, la cal, (porque necesitan mucha cal para levantar el PH) pero el agua no figuraba, ni la energía. Y curiosamente son los insumos más importantes que tiene la minería. El agua y la energía.
Descubrimos con los informes que sacamos del buró minero canadiense norteamericano, que es la oficina que aportan los datos las propias minera, que para las minas que venían acá requieren no menos mil litros de agua por segundo, noche y día, las 24 horas. Una locura. Si en este momento, se explotará al unísono las zonas Barrick Gold, allá donde estaba el Ladero, Penélope que es una montaña que está detrás a espalda de la planta y Pascualama, pues se necesitaría más de tres metros cúbicos de agua por segundo es decir, más de tres mil metros de agua por segundo.
El resultado hoy lo tenemos. Este dato, que yo lo decía y pregonaba por todos lados, la gente lo utilizaba, los mismos compañeros y los mismos académicos, diciendo que se necesita mucha agua. Pero todos tenían miedo en decir la cantidad. Nadie decía mil o tres mil litros, porque les parecía una locura. El mismo periodista que informó un día en diario tribuno de Salta, que estaban haciendo dos pozos del lado argentino para llevar agua para Salta, en ese momento decía que eran dos pozos para llevarse tres mil litros de agua por hora. Yo le mande una nota, correo electrónico al diario diciéndole: “Compañero, es por segundo”. Ellos me dieron la razón, pero creyeron que era tanto que era un error y que no podía nunca ser por segundo. Entonces ellos modificaron lo que la propia minera había puesto y pusieron por hora creyendo que se habían equivocado.

Y esta es la realidad, se usa esa cantidad de agua. Hoy tenemos los informes de las gerencias de las mineras de Chile, cuando se les pregunta por las dos minas más importantes de ellos que requieren esa cantidad de agua, que yo lo publique en mi libro: “Vienen por el oro, vienen por todo”. Que cantidad de agua requiere esa minera, estaba usando en ese momento 1900 litros de agua por segundo, y tuvo que parar porque necesitaba más agua. Quiere decir que sin agua no hay minería. Puede haber la cantidad de minerales que se te ocurran, pero sin agua no hay lixiviación.
Lixiviar es transformar un sólido en líquido. Pero imaginemos la cantidad de sólido que contiene un roca, porque primero hay que desechar rocas enteras que no contienen tienen nada y quedarse con aquellas que tienen. Es tal la cantidad de desechos que generan, que es incalculable el daño de ese agujero inmenso que a veces tienen 6km de diámetro, por un km de profundidad y uno al lado de otro.
Esta es la realidad, ellos vienen a buscar y a llevarse y no dejar nada aquí. Y esto es así porque aquel país que mantenga o que controle o que tenga, como en este caso tienen los chinos, el 97% de tierras raras en su poder, la manejan al menos ellos, tienen el control en gran parte del planeta. Toda la digitalización moderna depende de esas tierras raras.
– En estos años, ¿Ustedes que cree, como ha sido la toma de conciencia. Ha sido un acto desesperado, un acto voluntario, un acto de reacción ante el miedo o fue de todo un poco?
– Evidentemente fue de todo un poco, porque la gente al ver todo esto, al visibilizar esto, enseguida tomaba conciencia. Y nosotros nos basábamos en generar lo que tanto éxito nos dio a lo largo de nuestras luchas, allá en los ochentas. Porque no fue en el 2001 las asambleas. Las asambleas nuestras en el 86, la Comisión de Energía Atómica llega a Trelew, para informar que va hacer el basurero nuclear en la Patagonia. El primer repositorio de desechos radioactivos de alta actividad en el mundo.
La toma de conciencia de la gente, es cuando toma contacto directo con el tema. Si tú les dices que debajo del pueblo de Andalgalá hay más oro que en la montaña, y que tarde o temprano van a tener que salir de esas casa y dejar ese lugar, porque la minera compró el pueblo, la gente saltó como loca.”¡¡ A mí no me sacan de acá!!”. Y ellos tienen el oro debajo, Y el NT de Londres publica:
Esos pueblos ignotos de la Patagonia, duermen sobre oro y no saben del dinero que tiene en su poder y ni la calidad de vida que abandonan”. Resulta que a esos pueblos ignotos, vienen los grandes potentados del norte buscando agua, lago, mar y bosque que ya no tienen en sus territorios.
En Estados Unidos más del 60% del Oeste norteamericano está contaminado. Las aguas que separan Canadá con los lagos del país del norte, todos contienen DimetilMercurio, algunos en mayor o menor proporción. La contaminación es un espanto y ahora quieren corregir eso.
Esquel ya tomó mucha conciencia en su momento, cuando le pasamos una película a los compañeros sobre el estado de Montana (EEUU). Allí se aplicó la minería de Uranio y un buen día se contaminó el agua y el río, y la similitud con la zona de Esquel es muy parecida. La gente a pesar, va hacer actividades lacustres, etc. Y descubre (en Montana) que no pueden practicar más el turismo en el lugar y empiezan a perder fortunas el pueblo y las localidades de esos lugares. Entonces descubren que tiene que rechazar al cianuro de sodio que fue el responsable de la contaminación. Entones fíjate, Montana prohíbe el cianuro de sodio en los Estados Unidos y las minas que allí tiene su sede vienen a la Argentina a practicar la extracción.
En el estado de Columbia (Canadá), límite con Washington, sobre el Pacífico, se prohibió la extracción de Uranio y las minas que vinieron a Esquel vienen de ese lugar de esa zona, a practicar la minería de Uranio acá, a llevarse el Uranio de acá, porque tienen prohibido en su lugar hacer las perforaciones. Hoy ocurre eso con el Fraking, el petróleo no convencional, que hay que sacarlo de alguna forma (según ellos), haciendo un daño espantoso. Niegan el daño, y como no lo van a negar si lo que ellos buscan el dinero que le va a proporcionar eso.
Nosotros lo que queremos es discutir, debatir otra calidad de vida y con esa discusión decir que país queremos, al decir que país queremos estamos diciendo qué minería queremos para ese país.
Si yo tengo el cómo?, de dónde saco el mineral, como lo saco?, cuánto saco?, yo tal vez esté haciendo minería, porque voy a necesitar el cobre para mi país pero no para exportar, porque voy a prohibir que se exporte, ahí necesito volúmenes inmensos para exportar y al hacer esos volúmenes, caigo inevitablemente en un sistema extractivo perverso.
Se viene en esta lucha, en el año 2015, una guerra muy grande, una discusión muy grande en Argentina como en el resto de América Latina, con el tema de la energía. Sigue habiendo el mismo problema, agua y energía. La energía es vital. Sin energías tú no mueves ni un palo, nada. Tú calcula que la energía que consume la Alumbrera, es la que produce el Chocón Cerro Colorado. Una sola mina consume el 80% de la energía, que consume todo el pueblo de Tucumán y sus industrias. Si tienes tres o cuatro minas de esas, no hay energías que aguante.
“Si el sur cerrara el grifo, el norte deja de ser primer mundo al día siguiente”.
– ¿En qué plano se debe dar la lucha?
– Actualmente se está dando en el plano legal en el educacional. Va a llegar un momento en que (ya ocurre en otros países, ellos intervinieron con violencia), yo creo que debemos tener cierta disposición a saber cómo enfrentar el grado de violencia que ya empezar a ejercer sobre nuestros pueblos, para que ellos hagan su cometido estas transnacionales del llamado primer mundo. Tarde o temprano puede ocurrir algo semejante (referido a medio Oriente) Tenemos y podemos evitar. Primero tenemos que analizar políticamente la cercanía de nuestros pueblos de América del Sur con América del Norte. Que no les conviene hacer de este sitio un volcán vietnamita o iraní, un volcán bélico. Les conviene, manejar y adueñarse de un territorio que a ellos también les sirva de intercambio, Porque ellos tiene el lugar como reserva territorial. Nos dimos cuenta por la cantidad de potentados que han venido a la Patagonia y hoy son dueños de grandes extensiones de tierra. Son dueños de lugares donde quieren prohibir la presencia del patagónico en un lago, en un río, porque ellos hicieron allí sus cabañas están sus redes. Una locura. Y esa lucha de alguna manera la estamos dando en el campo legal y luego en el campo de las movilizaciones.
Yo creo que si tuviéramos un pueblo culturalmente educado en cuanto a conocimiento y no educación que nosotros conocemos como tal. Sino un pueblo que sepa defender su territorio y saber que es lo quiere en el futuro, tiene que impedir por todos los medios a su alcance el advenimiento de esta avalancha d esta invasión minera extractivista en todos los actos. Lo tiene que impedir.
– Cómo ve en nuestro país a los movimientos sociales, ¿están a la altura de las circunstancias?
–  Nosotros en algunos sitios hemos logrado movimientos sociales y asambleas que le discutieron el poder local al oficialismo. En Esquel era más importante la asamblea que el Concejo Deliberante. Cuando se ponía una cañería nueva o se hacía un barrio nuevo, venían a consultar a la asamblea que opinaban los muchachos de la asamblea en vez de preguntar al consejo deliberante y al intendente, había un doble poder.
En Tinogasta yo doy una charla ante 60% de la gente en la calle, unas 8 mil personas y a la hora yo les digo: estarán cansados. “No, seguí” me gritaban. Explicando de porque ellos no querían la minería y yo explicando cuál era la minería que rechazábamos y porque la rechazábamos. Porque hay que explicarlo, hay que discutirlo públicamente, hay que volver al espíritu asambleario griego, si es necesario. En las calles, en las plazas, como hicimos en Esquel, en Chubut contra el basurero nuclear, Como hicimos en el 2001. 
Tenemos que volver a eso, es decir la democracia que la democracia nos represente en lo bajo, tenemos que buscar participar de la democracia, la democracia participativa. Donde tengamos voz y voto pero real tangible, no cederle este poder a uno que mañana lamentablemente le puede vender el alma al diablo.
– ¿Qué pensamiento le merece lo que ha sucedido en Chubut?
– Bueno, fue una vergüenza total lo que ha ocurrido. Nosotros hicimos un proyecto de Ley y utilizamos una carta que tiene la constitución (del Chubut) que es lo que se da a llamar “la banca del ciudadano” en la legislatura, a través de esa iniciativa popular, presentamos el proyecto acompañándolo de 13.007 firmas, (repasadas para que nadie vaya a cuestionar algunos de los firmantes). Yo personalmente fui escuchado por los legisladores de todas las bancas. Y fui a explicar porque la Ley. Estábamos haciendo un proyecto de ley que mejoraba la 5001, que había hecho rápida entre gallos y medianoche, la propia legislatura sin que le dijéramos nada allá por el 2003. Esto se debió a que en el año 2003 cuando el plebiscito de Esquel le dijo que NO a la megamineria con el más del 80% de los votos, inmediatamente al otro día se da cuenta que estaban fuera de foco los legisladores y sacaron una ley prohibiendo esa minería, esa es la ley 5001, hoy la quieren tirar abajo, porque no pueden llevar a cabo ningún tipo de explotación minera. Y quieren zonificar la explotación. Ellos dicen: la cordillera no la vamos a tocar (por ahora), vamos a tocar la meseta; y el agua no va a ser de los ríos, vamos a sacarla de los posos. Nosotros inmediatamente le decimos que el agua subterránea es un fósil y que NO la pueden tocar ya que es irrenovable, y más con el cambio climático que hay en estos días. La que tienes en ese lugar es muy difícil que la vuelvas a tener.
Y tenemos cuencas cuencas y cuencas con una buena cantidad de agua, pero con la cantidad que necesitan para lixiviar, no va a quedar nada en poco tiempo. Como en Chile, donde los propios Senadores me lo dijeron, sin parpadear, mire, la ley de ustedes que sacaron contra los Glaciares en la Argentina, no la podemos hacer en Chile, Pero, ¿Por qué? Nosotros necesitamos el agua para lixiviar el cobre. Para nosotros el cobre es como para ustedes el petróleo.
Para ellos es muy importante el cobre, ellos exportan el 40% del cobre del mundo. Ese cobre es de origen chileno. No chileno, era chileno, de Pinochet para acá, terminan cediendo los mejores territorios con Cobre a las transncionales.
Entonces, cuando yo les digo, va a ver un momento que se van a quedar sin glaciares y sin cobre; se encogen de hombros el hombre y me dice: “Bueno, hay que esperar ese momento”. Como si ese momento no pueda ocurrir mañana. Esta es la realidad que nos toca vivir con legisladores que representan de esta manera. Cuando te hablan del futuro de tus hijos, del porvenir y demás es todo mentira de una falsedad absoluta. Ellos reparan en un presente, en llenarse los bolsillos hoy y perpetuar un sistema capitalista voraz, salvaje, sin importarle el daño que hacen a la humanidad y al futuro, a un planeta que ya está muriéndose.
– Este gobierno dice que defiende la soberanía, ¿qué opina usted?
– Eso es una locura. ¿Por dónde empieza la soberanía? Si yo soy un gobernante norteamericano o un legislador, lo que pretendería ser, es tal como están las cosas hoy. Le permito a Argentina que me diga hasta que soy un salvaje, bruto e ignorante, pero que me deje que el territorio es mío, que lo que tiene ese suelo es mío. Que esos son recursos naturales.
Y nosotros le decimos que son bienes comunes nuestros, no son recursos naturales, pertenecen a los comunes, a la comunidad. Esos son los comunes, los comuneros, la comunidad, ese es el hecho que sean bienes comunes. Por eso no son bienes naturales y menos recursos naturales. ¿Quién autoriza para algo sea un recurso? Es obvio que nos quieren dominar hasta con la palabra. Recurso, recurrir al recurso; no. Entonces la lucha nuestra se da en todos los planos y es difícil porque el gobierno tiene una manera de pensar, para perpetuarse en el gobierno, para seguir siendo gobierno, tienen una manera de funcionar donde no tienen en cuenta a este pueblo que está padeciendo de manera lacerante este despojo. Este saqueo.
Luchamos contra la contaminación, contra el despojo, el saqueo y contra esta suerte de éxodo que produce el extractivismo, destruyendo las economías regionales.

– ¿Estas luchas pueden llegar a buen puerto?
– Te imaginaras que si nosotros estamos en esta batalla, es porque creemos que lo podemos cambiar. Yo no estaría sino supiera que puedo cambiar esto. Es más, de todas maneras lo voy a intentar.
Hace poco en el debate que di en la Universidad de Gral. Sarmiento dije: ”Mira, tú puedes estar a favor o en contra de estas luchas, pero quedarse al margen es inmoral”.
Fotografías Nora Brizuela, Claudia Andrea Gotta y Elizabeth Avila.
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