rocio1_1El martes 15 de noviembre se conoció la sentencia por el femicidio de Rocío Rodríguez. Santiago Bonelli, su asesino, fue condenado a 16 años de prisión por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. El jurado popular le otorgó cuatro años más de los doce que había pedido el fiscal de la  Cámara Quinta del Crimen, Fernando Amoedo. Según la justicia cordobesa, no hubo femicidio ni relación de pareja entre Rocío y Bonelli.
Escuchamos en el Enredando las Mañanas del Miércoles 16 de noviembre las voces de Mónica Palavecino, madre de Rocío, y de Maru Acosta, hermana de Paola, víctima de femicidio en septiembre de 2014.

Música: “Nos matan por ser mujeres”, Karla Lara

En medio del dolor, apenas conocida la sentencia, Mónica Palavecino declaró a los medios de comunicación: “iremos a la Cámara por la perpetua, estoy disconforme, a mí nadie me va a devolver a mi hija, vamos por la perpetua“. De todos modos, reconoció que, ante los 12 años que solicitara el fiscal al finalizar el alegato de la acusación, “al menos el jurado se portó mejor (…) Creo que es muy importante que haya jurados populares en todas partes, que no solamente se escuche una sola cosa, jueces y fiscales, sino que es la participación del pueblo, tiene que haber más tribunales populares. Eso hace que Rocío hoy tenga a él preso al menos, aunque sea por 16 años. Pero no me conformo con eso, quiero más, porque ella no está más, porque me la llevaron en un cajón y no la vi nunca más, porque [ella] se lo merece, se lo merece por su juventud, por su vida, por lo que le faltó vivir, por su alegría, por sus proyectos y sus ganas, sus ganas que tenía de vivir”.

Aunque insuficiente para la familia y la comunidad de Las Varillas, el fallo de alguna manera empieza a cerrar una herida al establecer, contrario a lo que sostenía la defensa de Bonelli, que Rocío no se había quitado la vida y que el responsable de su muerte es el acusado. Con esto empieza a finalizar lo que Mónica no duda en llamar “una agonía de tres años, pasando por tres abogados, tres juzgados de control, tres juzgados de garantías, y estamos aquí hoy con esta sentencia que nos deja bastante más tranquilos”.

Sin embargo, el fallo es profundamente polémico. Una vez más, la justicia cordobesa deja fuera el agravante del femicidio para una causa en la que una mujer muere de manera violenta a manos de su pareja, dejando ver el entramado profundamente machista del sistema judicial. La omisión llegó al punto de excluir en la presentación final de la acusación la relación de tres años que sostenía Rocío con su agresor, argumento por el que no se incorporó ni siquiera el agravante del vínculo y la correspondiente condena a prisión perpetua. A pesar de que los testimonios de todxs lxs testigxs hicieron referencia a su relación. A pesar de que, al escuchar las descripciones, unx no puede dejar de reconocer la matriz de una relación atravesada por la violencia de género. Al respecto, Palavecino es clara: Si no es un femicidio, “¿por qué la mata? Si la tenía como una cosa. Es un femicidio, sí señores. Sus amigas declararon, hacía una un año, otra diez meses que no la veía, sus primas tres meses, yo venía a Córdoba y no tenía que hablar cuando ella hablaba con él con el celular, la fue apartando de todos (…) Era su auto, su casa, su propiedad, era una cosa mi hija para él. Desgraciadamente, mi hija lo amaba. En eso se equivocó mi hija”.

Mientras transcurría a sala llena la audiencia final, en el exterior se concentraron diversas organizaciones sociales y un colectivo lleno de vecinos y vecinas, amigxs y familiares de Rocío de la localidad de Las Varillas.

Entre ellas se encontraba Maru Acosta, la hermana de Paola, quien fuera asesinada por el padre de su hija, Gonzalo Lizarralde, en septiembre de 2014. Maru lleva desde entonces una lucha constante por visibilizar y erradicar la violencia hacia las mujeres y denuncia el machismo aún persistente en el sistema judicial. “Con una justicia machista -sostiene- no hay un Ni Una Menos posible, no existe esa posibilidad. Que hoy hayamos logrado arrancarle una pena de 16 años ante los doce que pedía el fiscal es un logro de la familia por toda la presión que ejerció y las organizaciones sociales, pero sigue siendo insuficiente dentro de este claustro, donde la perspectiva de género no se incorpora y no se quiere incorporar y de esa manera benefician a los femicidas. ¿Qué mensaje es el que enviamos a la sociedad cuando se condena a tipos como Bonelli a 16 años, que de acá a un par de años más queda en libertad, cuando asesinó a sangre fría a su novia de un escopetazo con un arma de fuego?”. Y continúa, “tenemos las leyes con las penas, tenemos las distintas leyes con los protocolos, ley de protección, tratados internacionales, pero si no se aplican dentro de estos claustros, ¿qué pasa? ¿Qué está haciendo el Ministro Angulo, el ministro de Justicia, para que se incorpore la perspectiva de género dentro del proceso judicial? Hace falta seguir trabajando, el 25 de noviembre nos vamos a seguir movilizando por el Ni Una Menos”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *