Después de un lagrimón pesado; pero que no vestía negro luto, sino negro revolución, hoy Mandela se renueva en las imágenes. Y renovada va su imagen en tantos medios de comunicación, justo detrás  de aquellas incomodas actualidades, saqueos y rehenes. De tantos espejos que viajan en el tiempo hoy nos plantamos en EL CHANCHO Y LA MACETA, en un momento preciso: ahora. Entonces desde acá, ni acuartelados, ni mareados, bien enradiados no nos batimos negro chocolate, sino bien “negros de mierda”. Pues a 30 años de la democracia, y a millones de años de existencia humana, seguimos confundiendo valores y colores. 

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