El modelo Minidest de Porta Hnos. traslada la producción de etanol a base de maíz transgénico fermentado a pequeñas plantas funcionando en los campos pero de operación remota. Son “mini” destilerías. Profundiza el modelo extractivista y tóxico, de ciudades segregadas y campos vacíos.  

Así como los centros de poder no son equiparables a los centros geográficos, el norte de Córdoba no es equiparable al norte geopolítico. El norte cordobés es parte del Sur Global donde la lógica extractivista saquea territorios y enriquece a unxs pocxs. Ahora, la industria química y la del software se vuelven a aliar para avanzar en profundizar un modelo de desarrollo impuesto, que desde los territorios se resiste. Una concepción que atenta contra la vida campesina y las economías regionales, concentrando cada vez más la riqueza en pocas manos. Para entender cómo funcionan en el norte de Córdoba, y la lucha que protagonizan quienes construyen alternativas, desde Zumba la Turba hablamos con Daniel Martinez de Sebastián ElCano (departamento Río Seco), integrante de la Federación de Organizaciones de Base (FOB) y de la radio Agustín Tosco que es parte de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA).

 

Porta Hnos acorralado por las denuncias de contaminación en la ciudad de Córdoba, que generaron una emergencia sanitaria en la zona donde esta instalada, escaló su modelo de producción a múltiples unidades productivas pero de menor tamaño. Son  plantas modulares de destilación de maíz transgénico, que son diseñadas, fabricadas y operadas remotamente por la empresa Porta Hnos. Las Minidest –“mini” destilerías- son adquiridas por empresarios que producen maíz transgénico y ganadería intensiva con el sistema feedlot*. Su destin es la producción de etanol y el alimento para los animales. La primer planta Minidest la instalaron en el departamento Santa María, en un feedlot próximo a Despeñaderos perteneciente a la familia Porta. Desde hace 8 meses comenzó a producir el establecimiento Las Chilcas propiedad de la familia Aguilar Benítez, ubicado en Rayo Cortado, departamento Río Seco. Y desde marzo, en El Taco, propiedad de Víctor Giordana, en Las Peñas, departamento Totoral. Los dos últimos en el norte de la provincia.
   

Claves del modelo: industria química y de software.

Daniel entiende que las Minidest de Porta Hnos. que migran la producción de etanol a los campos de producción agrícola tóxica y ganadera de feedlot es “profundizar un modelo”, que es una continuidad “más allá de los gobiernos de turno a nivel nacional”. Para compartir cómo se vive desde el Norte cordobés el modelo extractivista, lo historiza diciendo: “Desde el `96 con la producción de la soja transgénica ya se marcó una nueva etapa con respecto a los organismos genéticamente modificados, al monocultivo, al corrimiento de la frontera agropecuaria. Esta cuestión de los biocombustibles es una etapa más de un modelo que viene planeado desde los 70”.

La primera fase de este neodesarrollismo, sustentando en los desarrollos de la industria química de los últimos 30 años, la conocemos bien: minería a cielo abierto, fracking y la agricultura tóxica con modificación de semillas. Para los territorios del norte cordobés implicó el corrimiento de la frontera agropecuaria para la sojización, la lucha contra las fumigaciones, y la resistencia en los territorios ancestralmente habitados contra los desalojos. El monte cordobés que era estabilizador climático, hábitat de especies, y proveedor de alimentos, cedió paso a los desiertos verdes de soja y maíz transgénicos.

Porta Hnos. vale como muestra de la segunda fase. Nos permite entender la dinámica industrial que tiene como base el modelo de producción transgénica y tóxica, la agricultura Monsanto. El circuito de producción industrial propuesto para los países del sur, cuya población si puede ser expuesta a altísimos niveles de contaminación, nunca antes conocidos.

Acostumbradxs lxs poderosxs a decidir sin reparar en las comunidades, sin consultar como establece la Ley General de Ambiente sobre la participación ciudadana, lxs vecinxs y organizaciones de Sebastián Elcano se enteraron de las Minidest gracias a la organización y lucha que se libraba en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Daniel lo relata explicando que: “nos enteramos por la movilización de lxs vecinxs de Córdoba. Ahí empezamos a indagar y nos dimos cuenta que estamos a 15 kilómetros de una destilería. Justamente iniciada por José Porta. Estaban haciendo, de alguna manera, una escuela innovadora y se llevó a cabo con propaganda de La Voz del Interior. Un modelo productivo adaptado a la zona rural, automatizado para producir biocombustible. Nos pusimos a investigar y a ver qué impacto tenía en la zona”.

Y agrega que tienen en claro que con el planteo de la reubicación de la planta que Porta Hnos. tiene en la ciudad: no alcanza. Porque no es un cuestionamiento al modelo, es un traslado del problema. Así lo expresa Daniel: “lo que están pensando es reubicarlo en zonas rurales, donde no van a tener tanta resistencia como en una capital. Ahora estaban haciendo unas pruebas a 100 kilómetros más al sur. Son pequeñas plantas para el modelo de producción de ellos”.

En la planta Minidest de Río Seco se procesan por día 40 toneladas de maíz de las que se obtienen 15 mil litros de alcohol y 40 mil kilos de alimento para ganado, que se dividen en 32 mil kilos de burlanda húmeda y alrededor de ocho mil kilos de vinaza.

Daniel nos explica que estan en alerta porque entienden que desde el Estado se estan generando condiciones para que el maíz transgénico sea el commodity que gane hectáreas a la reina soja: “Ahora también con medidas que tomó el gobierno de Macri se ampliaron las hectáreas cultivadas de maíz. Con este nuevo ingrediente, nos llamó a preguntarnos qué impacto tenía esta cuestión local”.

Daniel caracteriza al actor de este modelo: el empresario productor agropecuario. Afirma que: “El chacarero ese que se presentaba muy simpáticamente en el 2008 de la mano de un tractor, y viniendo de una cultura europea, gringa, ese modelo no existe más. Ahora es un tipo con un celular de última generación, que maneja drones, que tiene contratistas, y el campo está despoblado. El campo que quieren ellos es un galpón en medio de una chacra de diez mil hectáreas y silobolsas. Es parte de toda la cuestión de la globalización que la padecemos todos. Es la desaparición de una cultura, de gente, de familias enteras del campo. Y 4 o 5 tipos que se llenan los bolsillos”.

Y avanza un poco más en la caracterización desarmando el sentido histórico del campo Argentino como “granero del mundo” en tanto alimento. Sigue Daniel: “Ahora el discurso de la soja para alimentar el mundo queda bastante ridículo, y se le está encontrando la vuelta con el tema de los combustibles verdes. Se está renovando una mentira que es muerte y más extractivismo, y una riqueza concentrada en unos pocos, de la mano del fenómeno del bioetanol. Se mantiene la misma línea que se viene dando hace años a nivel mundial”.

Explica Daniel que encontraron “otra nota de color respecto a estos módulos. Es que están haciendo en laboratorios de Estados Unidos, con un derivado del proceso de destilación que se llama “vinaza”, investigaciones para ver qué efectos colaterales puede tener. Acá directamente lo están aplicando. Este lugar -Río Seco- está caracterizado por la ganadería concentrada. Ellos difunden orgullosamente, que este derivado se lo están dando a los animales. Están haciendo un experimento masivo, reivindicandolo. Se aprovechan de las leyes flexibles y más para lo que es el campo. Porque para el campo las leyes son grises”. La vinaza, nos relata: “Es un derivado que no se sabe qué composición tiene o qué efectos puede tener, eso se lo dan a los animales que terminamos comiendo todos. Es lo mismo que con los agrotóxicos. Que nunca se reguló. Todo esto deriva ahora en una investigación, y recién se dan cuenta que los aeroaplicadores de veneno no están regulados a nivel nacional, y que es una de las vías por las que entra el narcotráfico. Ahora se dan cuenta de esto. Es todo una gran red de hipocresía”.

En este marco, Daniel propone la organización como camino: “El secreto y la clave está en aunar algunas luchas que tienen que ver con el territorio campesino y la ciudad. Hay que ver cómo enfrentamos a estos tipos que no tienen límite y menos del Estado”.

Escuchá aquí la entrevista completa:

* Engorde a corral que consiste en encerrar los animales en corrales donde reciben el alimento en comederos. Vivien en superficies reducidas y se alimentan de “balanceados” a base de soja y maíz transgénicos.  

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