Este viernes 6 de octubre a las 18 hs. se realizará la marcha por la Salud Mental, este año con la consigna “Que se escuche nuestro canto, por la dignidad estamos luchando”.

 Hace cuatro años que se organiza la coordinación de esta movilización anual en Córdoba. Hace cuatro años que las personas que transitan los espacios públicos y privados de la denominada “salud mental” salen a la calle para reclamar el cumplimiento de nuestros derechos.

Hace siete años que se aprobó la Ley nacional 26657, que promueve un abordaje integral e interdisciplinario. Hace siete años que se espera el cierre de las salas de contención, de los manicomios y la subsiguiente creación y solidificación de los dispositivos inclusivos que alberguen y contengan a quienes los transitan. Hace siete años que se esperan las casas de medio camino, los talleres culturales, los centros socio-laborales y una atención de calidad que contemple a esas personas como los seres humanos que son.

Hoy, en el ámbito de la “salud mental” y a tono con el panorama general, se ve una constante de políticas regresivas y se ve cada vez más necesario salir a expresar el descontento. Porque la posición es clara y plantea que si el contexto es el retroceso, la respuesta no será nunca la resignación, sino la lucha. La lucha en las calles y en los espacios habitados.

No estamos solxs, no es cosa nuestra, es de todxs. Defendemos el bienestar de la ciudadanía toda. No somos ni criminales ni peligrosos y tenemos plena conciencia sobre qué queremos. Defendemos la posibilidad de expresarnos y contar quiénes somos y qué vivimos. Salud mental es que no te discriminen por ser pobre. Salud mental es tener trabajo. Salud mental es tener amigos, familia, vivir en comunidad, en un medioambiente sano. Salud mental es poder decidir sobre nuestrxs cuerpos, sobre nuestro género y sexualidad. Salud mental es vivir en una sociedad sin violencia estatal, sin agresión, sin desaparecidxs”.

Rechazamos el pensamiento cientificista y medicalista que solo quiere arreglarnos con pastillas. Desafiamos la pretensión falsa de la normalidad. Y la desafiamos riendo, cantando, pintando, bailando, escribiendo, radiando e irradiando alegría. Porque creemos que el sufrimiento no cura, el aislamiento no cura, la marginación no cura”.

Podríamos dar cifras, estadísticas y cuantificar acerca de lo que vivimos día a día. Pero preferimos encontrarnos a compartir, a conocernos. Porque detrás de los fríos números estamos las personas, hay rostros, hay sonrisas, hay sueños y muchas ganas de estar mejor”.

Como plantea el colectivo organizador, esta marcha “será un canto contra la indiferencia, contra la estigmatización y contra el retroceso; por la dignidad y la plena vigencia de las leyes nacional y provincial de Salud Mental”.

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