Morir tras las rejas: el caso de Maximiliano

“El miedo que genera que la gente haga escuchar su bronca organizada, el miedo que genera la rebeldía de lxs de abajo para los opresores, el miedo que genera la digna rabia para los de arriba, hizo que la respuesta del Servicio Penitenciario sea la represión. Al grito de la digna rabia el SPC y el Grupo de Choque cordobés respondió con balas de goma, golpes y tortura. Varios internos quedaron heridos con balas de goma y fueron trasladados a otras cárceles como castigo y también para evitar la visibilidad de la tortura ante sus familiares. Varios otros permanecieron, según familiares, un aproximado de 5 horas atados en “barquito”, es decir boca abajo con los pies y manos atados en la espalda.”