En las últimas semanas se desarrollaron importantes movilizaciones en veinte ciudades y regiones de Honduras, como reacción al millonario desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social, reconocido por el propio gobierno. Conversamos con Neesa Medina, integrante del Centro de Derechos de las Mujeres de Honduras.
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Imágenes de masivas movilizaciones de antorchas en las calles de Honduras recorrieron las redes sociales, aunque poco trascendió de esos hechos, más allá del descomunal desfalco llevado adelante en el Instituto de Seguridad Social por parte del partido gobernante.
En un esfuerzo por reducir las distancias, geográficas e informativas, desde el programa de Enredando las Mañanas mantuvimos una extensa conversación con Neesa Medina, integrante del Centro de Derechos de las Mujeres de Honduras, buscando comprender las raíces del conflicto y la continuidad –o no- con la resistencia al golpe de estado de 2009. Por su extensión, la compartiremos en varias entregas. Compartimos la primera.
Para iniciar la conversación, Neesa Medina, joven integrante del Centro de Derechos de las Mujeres, brinda un panorama general del contexto hondureño.
Para empezar, quiero comentar a quienes nos escuchen, que la fuerza de la protesta por América Latina está mucho más conectada de lo que nosotros podríamos darnos cuenta. En esta sociedad de la globalización y la información que nos llega por todos lados, posiblemente perdamos de vista lo que pasa en otros países. En estos momentos, Honduras está siendo observada a nivel mundial por las protestas que se han iniciado por un acto muy puntual de corrupción, que no podríamos medir si no les cuento un poco también el contexto que este país tiene y que marca profundamente la razón y la forma en que se mueve Honduras toda.
Partimos entonces de un punto referente, a partir del cual hay un antes y un después, el golpe de estado del 28 de junio de 2009. A partir de donde se comienza a elaborar la estrategia de la élite política, militar y económica del país para sustraer todos los recursos que puedan. Esto se logra de distintas formas: una, es la represión constante de la protesta social, desde el momento en que se da el golpe de estado; y otras formas, que podríamos decir “legales”, solamente porque utilizan la legalidad como mecanismo para llegar a ellas.
Las ciudades-modelo
Dentro de estos mecanismos de uso de la legalidad para apropiarse de los bienes y recursos colectivos, está por ejemplo, la creación de zonas especiales de desarrollo, que se llaman las ciudades-modelo. Estos son territorios que ya no se van a regir por la institucionalidad nacional, sino que son regímenes de desarrollo económico que se basan en la explotación. Honduras ya aprobó una ley, por ejemplo, para que diferentes sectores del país sean estas ciudades-modelo, se construyan estas ciudades-modelo, y haya un régimen económico en base a la explotación que defina el rumbo.
Blindaje constitucional y legal
Otra de las batallas del actual presidente Juan Orlando Hernández, y que fue presidente de la Cámara Legislativa en el período justo después del golpe de estado, ha sido un blindaje constitucional y legal alrededor de sus acciones. Esto ha llegado a tal nivel que en los últimos meses se logró una opinión de la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados fueron nombrados directamente por el actual presidente, para lograr declarar inconstitucional el artículo de la Constitución de la República que prohibía la discusión de la reelección en el país.
Cada una de las acciones que está realizando el actual presidente, tienen la lógica dictatorial de conducción ejecutiva del gobierno. En año y medio de gobierno, Juan Orlando Hernández ha logrado cooptar las instituciones del estado, pero además crear juntas interventoras y otros sistemas de tomas de decisiones, de forma que sea su opinión directa la que decida, al final, qué se hace y qué no se hace en el país.
Corrupción en el Instituto de la Seguridad Social
Justo en el fraude electoral que se da después del golpe de estado, en noviembre de 2009, el partido que queda como ganador fraudulento de las elecciones, es el Partido Nacional. En aquel momento con el presidente Porfirio Lobo Sosa y después continúa este mismo partido a través del actual presidente. O sea, es un partido que ha gobernado el país los últimos seis años.
En esos seis años, la precarización del derecho a la salud de la población hondureña aumentó de tal forma que se hizo insostenible. Una de las instituciones que mostraba un descalabro no sólo en la atención, sino en el acceso también a medicamentos y a procedimientos quirúrgicos era el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
El IHSS es una conquista del movimiento trabajador organizado del país desde 1954 y es un bastión de lucha, algo que se defiende y al ver que era como un cascarón, algo totalmente vacío, una institución que no atendía ya realmente los problemas a los que estaba destinado a resolver, se comienzan a encontrar evidencias de actos corrupción que se llevaron por las más altas jerarquías de la institución.
A medida que avanza la investigación, se logra dimensionar este desfalco y hasta el momento se estima que son 350 millones de dólares los que se sustrajeron, solamente por esta cúpula y a través de transacciones con empresas de maletín, empresas fantasmas. Y el detonador para la rabia colectiva que ya de por sí este acto de corrupción desató en la población hondureña, fue una serie de cheques que la prensa filtró en donde se ve claramente cómo estas empresas transfirieron fondos de este acto de corrupción al Partido Nacional, actual partido de gobierno y que estos fondos fueron utilizados para la campaña electoral del actual presidente. Un acto que fue reconocido por el presidente de la República ya la semana pasada, y que ha terminado de desbordar la rabia que se había dio acumulando, y el rechazo y la indignación que hemos venido sintiendo desde hace mucho ante un acto de corrupción de magnitudes enormes, pero con un descaro nunca antes visto.
El IHSS se sostiene en gran parte por las deducciones que se le hacen a los salarios del sector trabajador del país. Entonces, es un robo directo al bolsillo de un país en el que seis de cada diez personas viven en la pobreza extrema. Honduras es el segundo país con mayor desigualdad del mundo, según CEPAL.
Financiar campañas a través de la sangre, porque personas murieron por la falta de atención médica. Como consecuencia directa de estos actos de corrupción, muchas personas no solamente han desarrollado complicaciones médicas por la falta de atención, falta de cirugías, falta de medicamentos, pero también personas fallecieron y esto va más allá, estos son ya asesinatos. Tenemos casos, por ejemplo, de personas que murieron esperando atención médica adentro del hospital, personas que murieron en los portones de los hospitales, en sus paredes.
También, como parte de este desfalco, además de que no había muchísimos medicamentos vitales, también existía el contrabando de medicamentos vencidos. Muchísimos medicamentos vencidos. Uno de los casos más impactantes, por ejemplo, son de trece mujeres que debido a las complicaciones médicas resultantes de infecciones vaginales, perdieron la vida porque no se les dieron óvulos con medicamentos, sino óvulos de yeso y harina.
Estos son asesinatos, por los que también tienen que responder todo el engranaje de personas que hicieron posible este acto de corrupción. Tiene que hacérseles responsables también por las complicaciones en la vida o la perdida de vida de personas hondureñas. Se dice que son más de 3000 personas las que murieron a causa de este desfalco en los últimos seis años. Este creo que es uno de los motores que mueve la indignación de una forma organizada y ha iniciado, ha permitido iniciar este ciclo de protestas en más de veinte ciudades alrededor de Honduras.
Las movilizaciones
Vemos también cómo hay una indignación que sale de la fuerza de la juventud, un motor muy fuerte aquí ha sido la conducción desde las juventudes para organizar y montar estas marchas de las antorchas. En el resto de América es común a veces hacer estas manifestaciones en la noche y hacer actividades en la noche, porque también conciben el espacio público de noche como un espacio que pueden utilizar también. Pero Honduras, por los niveles de violencia que tiene, ha sido de las primeras acciones nocturnas que se han hecho de protesta, porque el apropiarse también de la calle de noche, en sí mismo es un acto de protesta en este país.
Si algunos y algunas de ustedes logran ver las imágenes de estas manifestaciones, verán cómo la calle se ilumina solamente con las antorchas, y no es un efecto fotográfico, es que en realidad también ni siquiera hay alumbrado eléctrico en muchas partes de la capital.
En las protestas participamos muchos, participamos quienes hemos marchado desde el golpe, participan quienes han estado en la calle defendiendo derechos desde antes del golpe, y participan personas que también en el momento del golpe, estaban a favor del golpe. Es algo que ha superado totalmente la conducción de uno u otro partido. Se hizo una encuesta a los integrantes de la protesta de las antorchas en Tegucigalpa solamente, y el 34% dicen que no pertenecen a ningún partido político, pero el 27% dice que pertenece al Partido Libre. Libre es el partido que sale del Frente Nacional de Resistencia Popular después del golpe de estado. Entonces, vemos también que la conciencia, y como consecuencia, esta línea de continuidad que existe entre el movimiento social organizado desde antes del golpe de estado, fortalecido durante y que ahora se articula de otra forma, desde un partido político, que todo este trasfondo, toda esta continuidad de la lucha social es un componente importante en la genealogía de la protesta. Y así como es importante dentro de la protesta, es igual de importante también visibilizarle como parte definitoria de la historia de este país. Así como también lo es la presencia de nuevos actores dentro de la protesta misma, personas que movidas ante el descaro y las consecuencias graves que ha tenido que encontrar el pueblo, se han movilizado por primera vez y sienten lo que es caminar acompañada en la calle, y la fuerza que da la calle y la fuerza que da la colectividad. Tal vez con personas a la par con las que nunca pensaron marchar y creo que eso es una ganancia en sí misma.
Y por eso también pasa que no es solamente una acción de la capital. Hay manifestaciones en sectores urbanos, por ejemplo, una de las ciudades más conservadoras del país, tuvo una de las marchas más grandes, la ciudad de la Ceiba, pero también lo vemos en comunidades que son rurales también, que la gente se organiza y se manifiesta. La amplitud y la heterogeneidad que componen estas marchas son, creo, el aporte valioso que da la indignación organizada.