En lo que no puede dejar de verse como una brutal avanzada de los discursos y actitudes más reaccionarias a nivel nacional contra los movimientos de la disidencia sexual, hace unos días se viralizaba por las redes sociales el audio donde dos periodistas salteños dedicaban un buen rato del aire a realizar afirmaciones agraviantes contra las lesbianas.
Las mismas, que incluían frases como “las lesbianas son naturalmente agresivas”, “el feminismo o las mujeres organizadas tienen el lesbianismo adentro”, “las reivindicaciones de las lesbianas son diferentes de la mujer, mujer”, “los movimientos LGBT en lo que la jerga o cotidiano se dice son maricas malas, resentidas, entonces vuelcan su maldad en este tipo de manifestaciones”, fueron emitidas por los periodistas Hugo Delgado y Maximiliano Rodríguez en el momento de transición entre sus programas en la radio AM 840. Inmediatamente la grabación se difundió por las redes sociales y despertó indignación en muchos sectores.
Desde Espejos Todavía nos comunicamos con Guadalupe, integrante de ARPIAS, espacio de lectura y reflexion lesbica de la ciudad de Salta, quienes al difundirse el material impulsaron rápidamente acciones en respuesta a las declaraciones machistas y lesbofóbicas.
Guadalupe comenta que “nos enteramos porque una de las compañeras estaba escuchando la radio (..) varias compañeras, mujeres lesbianas que no están en la agrupación que escuchaban la radio empezaron a hacernos llegar porque nos conocen como agrupación. Entonces ya entre nosotras se viralizó la cuestión y empezamos a hablar a agrupaciones amigas y a organizarnos también nosotras como movimiento. Desde un principio no estuvimos solas. Otras agrupaciones se hicieron presentes para colaborarnos, porque de por sí nosotras en nuestra agrupación somos muy poquitas”.
En una sociedad que de por sí es bastante conservadora en todo lo que tiene que ver con la sexogénerodiversidad, es innegable el papel de los medios de comunicación hegemónicos a la hora de reforzar esta situación. Para la integrante de Arpías, lo más grave es que estos comentarios son “incitadores al odio, porque incluso después de la movida, algunas de nuestras compañeras recibieron insultos y agresiones en las redes sociales y verbalmente también. Entonces para nosotros es como el mensaje directo, eso se reprodujo y al otro día ya empezamos a recibir nosotras ataques. Entonces es jodido para nosotras tener que soportar que los medios sigan reproduciendo ese mensaje”.
Las Arpías no demoraron en responder a la agresión y difundieron rápidamente un comunicado repudiando a los periodistas. A partir de allí, comparte Guadalupe, “empezaron a venir otras organizaciones también a apoyarnos y al día siguiente ya fuimos al INADI, que fue toda una movida con varias organizaciones, de mujeres y de la comunidad lgbti, que elevamos la nota de denuncia y pidiendo el derecho a réplica y algunas otras cuestiones. Ese fue el primer paso”.
También apostaron a lanzar una campaña en las redes sociales en la que se permitieron la ironía con carteles que expresaban “Cuidado. Lesbianas feministas organizadas e infiltradas”. “Nosotros -explica Guadalupe- como agrupación también propusimos algunas movidas en las redes sociales (…) de que nos visibilicemos como lesbianas y que nos acompañen otras compañeras que aunque no se etiqueten, por así decirlo, de esa manera, a mostrar que somos muchas y que no estamos solas, porque uno de los comentarios era que somos una ‘minoría minoritaria’, el mismo discurso de siempre,que somos tan pocas… entonces llamábamos a que se muestren y que muestren que no estamos solas, que otroas mujeres también nos bancan”.
No es fácil reconocer el valor que implica sostener pública y políticamente una identidad disidente en la sociedad salteña. Al punto de que, al intentar llevar adelante un escrache en las puertas de la emisora, comparte la activista, “no tuvimos mucho éxito, porque fuimos muy pocas y cuando fuimos el número de policías superó al número de las que estaban presentes y eso hizo que las compañeras que fueran llegando se fueran (…) el miedo, porqué no decirlo, el miedo a que nos agredan físicamente siempre está, porque lo hemos vivido, lo vivimos en los encuentros nacionales, en Rosario la última vez, entonces siempre está presente que nos pueden atacar”.
Para finalizar, Guadalupe señaló la importancia de la solidaridad que están recibiendo, “a nosotras nos da mucha fuerza saber que tenemos tanto apoyo y tanto aguante, nos ofrecieron agrupaciones de abogadas de todos lados, y como te decía, somos muy poquitas y eso como que nos da fuerza, nos da ímpetu para seguir peleando. Así que siempre agradecer que nos den voz, porque estamos muy invisibilizadas y siempre poder alzar nuestra voz y anunciarnos es muy valioso”.