Por: Operación Milagro, UMMEP
Estábamos durmiendo en la casa de las misiones cubanas en Córdoba, Argentina cuando sonó el teléfono y en él la voz de nuestro compañero Leonel con la noticia nunca esperada: murió Fidel.
En la casa se encontraban hospedados algunos de los médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina que se dieron cita ese fin de semana para participar del I ENCUENTRO NACIONAL DE ARGENTINOS GRADUADOS EN CUBA. Por alguna mágica razón, la noticia nos encontró juntos.
A las 2 AM fue el inicio de días que se caracterizaron por ser inolvidables. Por la mañana, muchos compañeros y compañeras se hicieron presentes con un llamado, un saludo, con la necesidad de encontrarse con otros para que el dolor de la partida física de nuestro comandante no sea vivenciado desde la más incómoda soledad. Nos teníamos que abrazar, sabernos juntos, cerca y recordándolo como se debe recordar a un hombre protagonista de la historia del siglo XX, pero sobre todo, a un hombre que tuvo la valentía y la entrega de sus días para construir el socialismo. Para transformarse en faro, para irradiar solidaridad desde el internacionalismo y con la claridad de entender cada etapa de la historia del sistema capitalista que potenció el Imperio recetando medidas y construyendo ese mundo de expoliación, injusticia e inequidad.
El centro oftalmológico se iluminó a las 18 hs. con la presencia, no solo de los compañeros y compañeras ELAM, sino con organizaciones, militantes, amigas y amigos de las misiones, compañeras y compañeros de la solidaridad con Cuba que se acercaron para rendirle homenaje a Fidel.
Nuestro Fidel. Nos atravesó el dolor. Dos compañeros ELAM junto a Alcira Vaca agradecieron la capacidad que tuvo la isla que él comandaba de brindarles la posibilidad de ser parte del “EJÉRCITO DE BATAS BLANCAS”… ese que soñó nuestro comandante, y que es realidad. Cada médica y medico ELAM está donde se lo necesita, en ese lugar donde este sistema deja sin atención y donde omite garantizar derechos.
Esa tarde, también compartimos parte de la visita de Fidel en Córdoba 10 años atrás, junto a Chávez. “Lo que no debe haber es una sola persona sin la posibilidad de trabajar y estudiar eso es posible. Por nuestro país la islita bloqueada durante más de cuarenta años hoy tiene el más bajo índice de desempleo del mundo”, lo escuchamos decir.
Los presentes nos miramos, nos reconocimos en un duelo colectivo pero que logramos transformarlo en el día para redoblar las fuerzas y continuar luchando. La tarde continuó en la plaza Agustín Tosco donde junto a otras organizaciones nos hicimos presente.
Un día donde desde la trinchera que también soñó, diseñó y emprendió Fidel “El Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Che Guevara”(Operación Milagro), nos prometimos, hoy más que nunca, seguir sembrando tus ideas, tu coraje y tus sueños sin rendirnos jamás.
Nostrxs también somos Fidel.