El rechazo a la propuesta “oficial” de actualización salarial fue contundente, como ya se preveía según los datos que circularon ayer sobre el resultado de las asambleas en las escuelas. Grave y bochornosa actitud de la agrupación que conduce el sindicato, Celeste, que bajó la orden a sus delegadxs para que se retiren, y boicoteó el desarrollo de la asamblea en reiteradas ocasiones. Compartimos además el balance y apreciaciones de la delegada departamental por la lista Pluricolor, Paola Gaitán.

Esta tarde se realizó, tal como estaba previsto, la asamblea de delegadxs escolares de Capital. A partir de los mandatos que cada delegadx traía de su escuela, la asamblea debía resolver sobre lo que la semana pasada, la conducción del gremio, había presentado como la propuesta salarial del gobierno. Esta mentada propuesta no era más, según un documento de la propia UEPC, “que lo que el gobierno nos ha informado que estaría en condiciones de incorporar a una propuesta oficial”.

No fue muy difícil explicar a lxs compañerxs en los colegios la naturaleza engañosa y confusa de lo que se ofrecía al debate, por lo tanto, en los mandatos escolares elaborados en las escuelas, el rechazo fue masivo y se materializó en los 346 votos obtuvo en la votación. Solo 17 delegadxs votaron aceptar la propuesta.

La conducción intentó boicotear la asamblea

Pese a la buena noticia del rechazo, lamentable fue la conducta de la conducción celeste del sindicato, que desde un primer momento intentó que la asamblea no se desarrolle con normalidad, quizás anticipando un resultado adverso.

WhatsApp Image 2017-04-18 at 16.04.57El primer indicio de que la tarde venía complicada les llegó al perder la presidencia de la asamblea, algo que no suele suceder y que le quitó a Mario Sosa -secretario general de Capital- el control sobre la asamblea. A partir de allí, la conducción puso en marcha el repertorio de las maniobras burocráticas para intentar por todos los medios posibles, entorpecer el trabajo de lxs miembros de la presidencia, elegidos democráticamente. La intención era clara desde el principio, boicotear la asamblea intentando que no pueda sesionar con normalidad, para, incluso, llegar a suspenderla o declararla nula, ante la evidencia de la derrota política que significaba el rechazo. Perdido por perdido: mostraron la hilacha.

Dentro del abanico de maniobras que llevó adelante la conducción de UEPC, Paola Gaitán detalla para Zumba la Turba, “desde el inicio, la conducción Celeste hizo una cantidad de maniobras para deslegitimar la presidencia, desde estar amedrentando a los compañeros gritándoles, diciendo al presidente de la asamblea que desconocía el estatuto, después intentaron impedir que se votara una moción de orden, al punto tal de cortar el micrófono, cortar el sonido a los compañeros (…) es más, había dentro de la conducción, lo que nosotros identificamos como la partota sindical“. No faltó, tampoco, el arrebato de micrófono para impedir el uso de la palabra. Más grave aún fue cuando Mario Sosa, para impedir que se concrete la votación, bajó la orden, cual general arengando a su tropa, para que lxs delegadxs celestes se retiraran. Orden obedecida disciplinadamente, como queda en evidencia en la imagen de portada.

Como la presidencia se mantuvo firme en la decisión de llevar adelante la votación mocionada, según lo marca el estatuto, las actitudes de boicot continuaron. La más grave, desde el punto de vista orgánico de la asamblea, fue el arrebato de libro de actas de la mesa de la presidencia. A la vista de toda la asamblea, el secretario de actas de Capital, de manera furtiva y violenta, se llevó el documento donde queda registrada la realización de la asamblea.

A pesar de las maniobras, explica Gaitan, “por convicción y por resistencia y porque estamos realmente hace muchos meses con los compañeros y compañeras convencidos de que esta lucha es una lucha genuina, es una lucha nuestra (…), todo el resto de los compañeros y compañeras nos quedamos y terminamos una asamblea con presidencia de la oposición y con un plan de lucha“.

Sobre lo acontecido en la asamblea, la delegada departamental afirmaba que “atentar contra esas instancias [las asambleas de delegadxs], en donde no se garantiza que circule la palabra, que se expresen las distintas opiniones, que si por una votación legítima gana otra fuerza opositora la presidencia de la asamblea, simplemente es respetar esa decisión que fue por voto de la mayoría. Esto que ocurrió atenta totalmente contra la democracia sindical“.

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