WhatsApp Image 2017-04-25 at 21.27.06Durante las últimas semanas, Venezuela ha sido noticia en los medios internacionales a raíz de las violentas acciones de la oposición al gobierno del presidente Maduro. Una de estas expresiones la constituyen las “guarimbas”, barricadas emplazadas en las calles de las ciudades y que tienen como objetivo desencadenar hechos de violencia callejera. Este escenario es similar al que atravesó el hermano país en los primeros meses del año 2014, momento en el cual era asesinada, entre otras 42 personas, Gisella Rubilar (ver Venezuela: Gisella Rubilar, el derecho de vivir en paz).

Para comprender mejor el contexto y relacionarlo con la situación actual conversamos desde el Enredando las Mañanas con José Fernández, integrante de Zumba la Turba, quien se encontraba en ese momento en tierras venezolanas.

Fernández caracteriza la situación actual como “un nuevo intento por parte de una derecha desesperada que no encuentra la forma de tumbar al gobierno de  Maduro y que apela a esta metodología que ya se había vivido anteriormente, pero no con la violencia que se vio en el año 2014 y que se vuelve a ver ahora en abril del 2017. Metodología que está enmarcada dentro de lo que sería la guerra de ‘IV Generación’, que es no únicamente atacar mediante los medios de comunicación y decir mentiras de lo que ocurre en Venezuela, sino que va escalonando”.

Este “escalonamiento” al que se refiere tiene que ver con distintos momentos de la agresión de la oposición contra el gobierno bolivariano, con el objetivo de, por ejemplo, “generar y agudizar los problemas económicos mediante el ‘bachaqueo’, que es la acumulación y retención de elementos y productos básicos para la vida cotidiana(…) y que eso genere un enojo de la población que tenga la sensación de que no se está produciendo y que se generen esas largas colas que se pueden ver en los supermercados o puntos de ventas en Venezuela”.

Esto su vez origina “el descontento, que ya entraríamos en la fase social, que es generar puntos de conflicto, de cortes de calle. Porque las ‘guarimbas’ serían como cortes, piquetes de la derecha que ellos organizan en las zonas pudientes de las ciudades más importantes de Venezuela”.

Vale la pena detenerse en la descripción de las guarimbas ya que, a diferencia de lo que se difunde en los medios hegemónicos, estas tienen ciertas características que las alejan mucho de una protesta callejera pacífica. Las guarimbas, explica José, “son lugares que, en 2014 por ejemplo, cruzaban de calle a calle, en algunas zonas, tanzas bastante gruesas, que en Venezuela y en Caracas en particular hay muchas personas que andan en moto, y se produjeron muchas muertes de gente que iba en moto y cuando cruzaba la calle eran guillotinados por estas tanzas o perdían el control de las motocicletas y caían bastante duro y terminaban falleciendo o  quedaban heridos graves. También se producían intentos de parte de las fuerzas de seguridad de despejar las calles (…) la derecha no dudaba en colocar francotiradores en los edificios y de esa forma mataron a varios guardias de la guardia nacional bolivariana y como en el caso de Gisela, como  fue en el resto del país, también mataron a distintos comuneros y comuneras. Cuando la gente iba a despejar las calles después de días y días de cortes que no dejaban que saliera o entrara nada a una zona a un barrio o a un lugar; ellos además tenían estos francotiradores que producían bajas y asesinatos”.

La crudeza de lo que sucede allí “demuestra toda la criminalidad y bestialidad que tiene la derecha en Venezuela, que también se favorece por esta mano de obra barata que le viene del paramilitarismo colombiano”.

Las guarimbas se concentran en la zona este de las principales ciudades, donde generalmente se radican los sectores de mayores recursos. Por otro lado, afirma el comunicador, “se vio muy claro que en la zona oeste, en la zona más humilde, la zona más castigada por la situación económica y social, no se ha lanzado a las calles a pedir fin al gobierno de Maduro, ni en aquella oportunidad, ni en esta. Y de hecho,el día miércoles de la semana pasada, cuando fue la movilización convocada por el gobierno revolucionario venezolano para frenar el intento de golpe de estado que estaba nuevamente en marcha, lo que se vio fue una marea roja de chavismo, nuevamente en las calles. Se calcula que más de un millón y medio de personas se movilizaron, solamente en Caracas, para apoyar el gobierno de Maduro”.

Esta es la situación que, sostiene Fernández, lleva a la derecha venezolana “a encontrarse en un callejón sin salida, donde al no poder traccionar a los sectores populares para que vayan a voltear al gobierno de Maduro, apela al terrorismo, para generar muerte. Y como si con eso no alcanzara, tienen la mano que le dan los medios masivos de comunicación que funcionan con una misma partitura, adentro y afuera de Venezuela, al exponer cualquier situación de asesinato o muerte que haya ocurrido como si hubiera sido producido por la acción criminal del chavismo. Y nos hemos encontrado con situaciones de asesinatos o crímenes en ocasión de robo, o delincuencia común, que han hecho pasar como ‘crímenes’ cometidos por el chavismo”.