El 10 de mayo comenzó finalmente el juicio a los policías metropolitanos que balearon con plomo a tres manifestantes durante uno de los intentos de desalojo de la Sala Alberdi, en marzo de 2013. En el Enredando las Mañanas de este jueves, María del Carmen Verdú, de CORREPI, nos contó cómo fue la primera audiencia en la que declararon quienes fueron heridos, dos de ellos integrantes de la RNMA.
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Verdú comenzó remarcando que “lo más importante fue que el juicio empezara” a pesar de que “hoy son tribunales nacionales juzgando policías que ahora dependen de quien es el presidente de la nación y no el jefe de gobierno con quien no tenían mucho que ver” porque “veníamos de una suspensión desde el año pasado con el argumento del problemita de agenda del Tribunal, cuando en realidad era un juicio que había sido fijado en el mes de marzo”
Luego se refirió a la ocupación actual de los represores: “los tres siguen siendo integrantes de la policía, ahora de la Ciudad; estos tres tipos eran Metropolitanos en 2013 cuando dispararon contra los compañeros, ahora están en la Policía de la Ciudad, y antes eran todos miembros de otras fuerzas”, dijo acerca de la situación a la que denominan pasiva, y aseguró que “en todos los casos con una misma política cuando se trata de los trabajadores, estudiantes o talleristas organizados”.
“La Sala Alberdi no solamente era un lugar donde se formaban artistas populares, sino que además era el lugar al que podía acceder el que no podía pagar una entrada de teatro para ver cosas de calidad y pasar un buen rato, porque se trabajaba a la gorra o en forma gratuita”, recordó la abogada de CORREPI. “Ese proceso de 3 años de toma culminó con el desalojo el 24 de marzo del 2013, porque hicieron la muy sucia jugada de desalojar cuando sabían que la mayoría estábamos en Plaza de Mayo”, ese día la columna que venía acompañando la toma se desprendió de la gran marcha por la Memoria y fue a resistir la represión.
En relación a esta primera audiencia, Verdú destacó que “el gran hecho es la declaración de los tres heridos, de los dos compañeros Esteban Ruffa y Germán De los Santos y de Mario Fumaroni, que en esa época del centro cultural Los Libros de la Esquina”. Fumaroni decidió no presentarse como querellante por una posición ideológica, pero sí fue convocado para declarar. También pasaron por el juicio “algunos de los testigos que estaban en el lugar o que auxiliaron a los heridos, los que tuvieron los primeros contactos con la policía en el Hospital Duran y un par de los que estaban en el lugar y vieron el operativo policial”, pero “quedaron seis compañeros y compañeras de distintos medios sin poder declarar porque debimos pedir un cuarto intermedio a las cuatro de la tarde para ir a la marcha”, consideró Verdú.
En relación a los policías, Verdú recordó que “estuvieron presos apenas un mes y en virtud de que cuando se ordenó su declaración indagatoria se hicieron allanamientos en sus domicilios y se encontraron en el de Pereyra de la Rosa una cantidad enorme de municiones, explosivos y armas, y Acosta estuvo prófugo durante una semana; entonces, a raíz de esto se les había dictado la prisión preventiva por el peligro de fuga y la peligrosidad”. Luego de la feria judicial “la Cámara les otorgó una excarcelación” y señaló: “no nos olvidemos que la imputación es por triple homicidio en grado de tentativa calificado por la condición de fuerza de seguridad, con lo cual es un delito que tiene como pena en expectativa hasta 25 años de prisión”. La abogada aseguró que “si se aplicara al normal de las personas el criterio que se aplica cuando son milicos, tendríamos que salir a contratar extras que hagan de presos porque las cárceles quedarían vacías”.
Los represores “no prestaron declaración, se remitieron estrictamente a lo dijeron cuando fueron indagados, cuando desmintieron los hechos”. Sobre esto, explicó que “están filmados, con los cascos no se ven las facciones, pero no hay ninguna duda a partir del trabajo pericial que hizo gendarmería y los videos que aportamos a partir del enorme trabajo que hizo la RNMA para recopilar el total del material de las cámaras compañeras, que eran muchísimas, combinado por los informes de la propia Metropolitana sobre cómo estaba integrado cada uno de los cuerpos de combate”. A partir de eso “se pudo identificar perfectamente el pelotón donde estaban Acosta y Ledesma y el pelotón donde estaba Pereyra de la Rosa”.
Este viernes será la segunda audiencia del juicio, que seguirá con las testimoniales, y seguramente el lunes llegarán los alegatos de las partes y la lectura del veredicto.