Durante la jornada de hoy se realiza en el senado brasilero la votación del impeachment contra la presidenta Dilma Roussef, luego de haber sido aprobado por la cámara de diputados el pasado 17 de abril. La sesión se inició alrededor de las nueve de la mañana, y se espera que se extienda entre diez y veinte horas.
Ante esto, se han realizado diversas actividades y se han conformado colectivos en reclamo. Entre ellos, en la ciudad de Buenos Aires se conformó el “Coletivo Passarinho”. Estamos en comunicación con Mariana, brasilera residente en Argentina, quien forma parte de este colectivo.
Mariana: Durante la mañana se hizo una ocupación simbólica al Consulado General de Brasil con la propuesta de que visibilice todo el proceso antidemocrático que viene pasando Brasil, y también para que podamos abrir diálogos para con los sectores que son del Estado. Antes de eso, ya venimos desde marzo -cuando se inicia el proceso de judicialización a la presidenta- organizando varias protestas, varias manifestaciones, muchas de ellas incluso en la Embajada. También el domingo que pasó, se organizó junto a otras doscientas organizaciones de Argentina, entre colectivos, entre partidos y frentes, una gran jornada que se dio en la Facultad de Sociales, un poco también para dialogar con la sociedad argentina e intentar entender un poco lo que viene pasando en Brasil en este momento y un poco los contrapuntos con toda América Latina.
En esto de intentar entender lo que está pasando en Brasil, pudimos observar en los últimos días un proceso bastante vertiginoso: el viernes pasado el Superior Tribunal Federal de Brasil determinó que se debía apartar Eduardo Cunha, hasta ese entonces presidente de la Cámara de Diputados, y quien había presidido el proceso de impeachment el 17 de abril. Al apartar a Cunha asume el día lunes Waldir Maranhao, quien determinó la nulidad de la votación en Diputados. Al día siguiente, dio marcha atrás, por lo que han habido cambios muy bruscos en estos días.¿Qué lectura hacen de esta situación y del impeachment en general?
M: La verdad es que estamos como todos muy mareados en este proceso, creo que ni los cientistas políticos pueden entender de verdad lo que pasó, principalmente el lunes. Hay como por lo menos tres lectura de la marcha atrás de Maranhao, que es como un propio intento de la derecha de ganar más tiempo en el proceso, que esto vendría bien para ellos; o una fragilidad dentro de la propia derecha, entonces hay una dificultad de ponerse de acuerdo entre varios sectores. Entonces, no hay una lectura muy clara, pero sí el Congreso muestra que tiene alguna fuerza en ese sentido, de poder anular el proceso.
Sin dudas, es un golpe, nosotros caracterizamos el impeachment completamente como ilegítimo, principalmente porque todo el proceso por el cual se lleva a judicialización a la presidenta es un proceso que es muy en términos legales-financieros y de un mandato anterior al mandato actual. Fue realizado por otros presidentes, incluso Lula, FHC, que son los dos anteriores presidentes, y por más de 17 gobernadores. Es un acto muy común y entonces, si es así tendríamos que judicializar a todos los que vienen practicando el acto. Pero no se da, se da particularmente para ella, y un gobierno que hace referencia a su mandato anterior. Todo proceso de impeachment es legal y es válido para un mandato actual; y ya sólo en eso se cae el argumento de validez de un proceso de impeachment. Y se nota que a pesar de estar basado en cuestiones puramente técnicas y legales, se tiene la clara visión de que es un proceso político; no se trata nada, es un juicio político y en eso se caracteriza el golpe, por eso le decimos que es golpe. Porque más allá de cualquier proceso legal, es un proceso político, se nota por la propia coyuntura que se realizó el viernes, por la propia coyuntura que se da el lunes con la ida y vuelta de Maranhao y toda esta cuestión de la política, hasta por los pasillos.
En este proceso que caracterizas como político y no legal, ha habido posturas en cuanto a decir que si se da el impeachment finalmente y asume el vicepresidente Michel Temer, la postura es pedir elecciones anticipadas, “directas ya”. ¿Cuál es la postura de ustedes como colectivo frente a esta posibilidad?
M: La primera cuestión es que ahora probablemente se apruebe el apartamiento de la presidenta, entonces se va, pasadas las primeras 48 horas, y después el proceso puede durar 180 días, cosa que se cree que se resuelve mucho antes, más o menos en 60 días, se tiene los resultados. Entonces, ese proceso, de los 180 días o 50 días, cuanto sean, se llama a intensificar las acciones en las calles, salir con los movimientos a las calles y visibilizar este golpe que se está dando a la democracia brasileña. Y si en caso venga a consolidar de verdad el golpe, con el apartamiento y la imposibilidad de cumplir con todo el mandato que tiene, ahí creo que se va a redialogar en la sociedad, se va a pedir un plebiscito, porque la verdad lo que se necesita es una reforma política en el país, por todos los temas de corrupción, se viene mostrando muy frágil; pero creo que en principio, pensar los cientos ochenta días, la movilización intensa los primeros ciento ochenta días, y de forma unificada de toda la izquierda invitando a la sociedad que se una para parar el proceso que va a consolidar el golpe, a partir del análisis del proceso en este período.
En cuanto a esta organización de movimientos sociales, pudimos observar esto que comentabas, se han realizado movilizaciones en Buenos Aires, en Córdoba frente al Consulado Brasilero, incluso ayer mismo en Montevideo (Uruguay). ¿Cómo se relaciona el impeachment en Brasil con la realidad de los países vecinos y cómo puede impactar?
M: La verdad es que las movilizaciones están dándose a nivel mundial, hay movilización en Estocolmo, en varios países que vienen juntándose, con los movimientos de esos países para visibilizar este golpe.
Con relación a los vínculos, ahí visiblemente, desde el golpe de Honduras, el golpe de Paraguay, hay un intento de una girada de la coyuntura latinoamericana, de la vuelta apostando al neoliberalismo. De hecho, Temer tiene la propuesta de un proyecto que sale ahora para este período de mandato, que es borrar todos los avances en las cuestiones de trabajo, la privatización de un montón de empresas estatales, como hay una vuelta latinoamericana en relación económica y de reorganización que se da también un poco con el gobierno que asume también aquí, de Macri, y es de frenar avances sociales que vienen teniendo varios países en este período. Creo que ese es el mayor impacto que confirmará este proceso.
Frente a esta coyuntura, ¿cómo ven los movimientos sociales en Brasil y en la región y las relaciones ente ellos?
M: En ese sentido, creo que la solidaridad se muestra un montón y hay movilizaciones a nivel internacional por cuestiones nacionales e internacionales, pero a partir del momento en que las banderas se unifican por una cuestión de globalización, también se unifican las luchas. Hay un apoyo muy grande, como este que te dije, se organizó el Frente por la Democracia Brasil-Argentina acá, donde más de 200 organizaciones configuran ese frente. Entre ellos está el “Coletivo Passarinho”, y en ese sentido se muestra una unidad de la izquierda por seguir la lucha y unificar la lucha, y seguir adelante en los procesos de lucha por las conquistas sociales.
Más allá de esta dificultad en la coyuntura, ¿la lectura que se hace es que se está fortaleciendo la unidad de los movimientos sociales?
M: De la izquierda. Con los planes de lucha en conjunto, particularmente en Brasil por esta cuestión específica, hay una planificación unificada de las izquierdas.
¿Cuáles son las proyecciones del “Coletivo Passarinho”?
M: En cuanto colectivo, hasta ahora, venimos trabajando muy sobre la marcha, porque las cosas empezaron a acontecer, a pasar, de manera muy convulsionada, como muy fuerte, entonces venimos trabajando mucho sobre la marcha. Igual es un colectivo que se conforma y busca, de hecho, reunir este grupo de brasileños que están acá y que piensan de una manera similar, si bien existe un montón de gente que estamos a la izquierda o centroizquierda; pero gente que piensa desde una izquierda.
A partir del momento que pasemos este periodo de la lucha por la democracia, y si todo sale bien salimos victoriosos, ahí vamos a ver cómo nos configuramos y para dónde vamos a apuntar, todavía no es una respuesta cierta que tenemos.
Muchas gracias por la comunicación.
M: Gracias a todos, igual me gustaría hacer una invitación general, tenemos una página de Facebook que es “Coletivo Passarinho”, y los que quieran también seguir y tener información, estamos a disposición.