La organización Hombres Trans Argentinos difundió un comunicado denunciando la vulneración de los derechos sanitarios de las personas trans en Córdoba. En el Enredando las Mañanas nos comunicamos con Fernando Martín, coordinador de la organización.
Hombres Trans Argentinos es una organización que desde hace varios años viene trabajando para lograr la plena implementación de la tan anunciada Ley de Identidad de Género, sobre todo en el área de salud. Durante la primera semana de julio difundió un comunicado en el que denuncian la vulneración sistemática de los derechos sanitarios de las personas trans en la provincia de Córdoba, tanto en la implementación efectiva de la Ley de Identidad de Género como en el abordaje clínico general de sus necesidades.
Mientras hace unas semanas el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti firmaba un decreto estableciendo el 17 de mayo como el “Día Provincial por la Igualdad y la No Discriminación por Orientación Sexual, Identidad y Expresión de Género”, y a pesar de haberse cumplido ya cinco años de la sanción de la Ley Nacional N° 26.743 de Identidad de Género, la realidad que exponen quienes integran esta organización es que poco ha cambiado en lo que hace a su aplicación efectiva, sobre todo en el área de salud.
Fernando explica que “la ley [de identidad de género] se sancionó hace cinco años y que la reglamentación del artículo 11, justamente del acceso a la salud, demoró tres años más. Ya han pasado dos años de esa reglamentación en cuanto los derechos sanitarios y no tenemos respuesta del Estado, en este caso del Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba”.
Una vez sancionada la Ley, el colectivo de Hombres Trans no se sentó a esperar, y Fernando cuenta que han “tenido bastantes reuniones, contactos, nos hemos acercado, hemos hecho un trabajo de sensibilización con la gente del Hospital Rawson, sobre todo con el director, Julio Cohen”. Pero a pesar de eso, lamenta, “nos está sucediendo que nos sentimos un poco decepcionados con el trabajo que hemos hecho, de construir puentes a través de brindar información de una forma pedagógica, de encarar con los médicos toda una lucha de deconstruir lo que se les enseña en las instituciones o lo que no se enseña desde la medicina”. Hoy, explica, “se brindan las mínimas coberturas sin tener en cuenta las necesidades urgentes de mucha gente. Hay muchos que pasamos la franja de los cuarenta y hemos hecho la transición anterior a la ley, incluso de forma ilegal y no vemos los avances reales de la ley. Lamentablemente la evaluación que hacemos es que esto va a continuar por mucho tiempo más”.
El coordinador de HTA explica que el Hospital Rawson es el único centro designado como referente para toda la provincia de Córdoba, por lo que hay “chicos que se vienen desde el interior. Durante todo este tiempo hemos intentado hacerle entender a los médicos cuál es la urgencia, porqué se necesitan las operaciones, qué es la identidad de género, qué son las construcciones de los varones trans”. A pesar de estos esfuerzos sólo tres varones trans pudieron realizarse la primer operación, la mastectomía. Para lograrlo, “tuvimos que discutir muchas veces porque se posponían las fechas, se los tenía de acá para allá, y la verdad es que hubo un manejo bastante feo”.
Pero tampoco eso se sostuvo y el único quirófano se cerró “con la promesa de que en breve se abrirían dos quirófanos nuevos con las condiciones necesarias para poder realizar las operaciones”. De esa promesa, señala Fernando, pasaron tres años. Hoy hay una larga lista de espera.
Entre tanto, aclara, “hay que decirlo, sí se están dando los tratamientos hormonales de forma gratuita y los controles desde la apertura de los consultorios para personas trans, los controles endocrinológicos se han sostenido”.
Panorama nacional
Martin explica que el panorama a nivel nacional es complejo y que “tampoco hay una orden en cuanto al Ministerio de Salud de la Nación para implementarlo en todo el país”. Los dos centros de referencia más antiguos, que funcionan incluso antes de la sanción de la Ley, son el Hospital Durand y el Hospital Gutiérrez, uno en ciudad de Buenos Aires y el otro en La Plata. Además, señala, “se han abierto algunos centros más de salud, hay uno en Morón, hay otro en La Matanza, están brindando los controles endocrinológicos y distribuyendo las hormonas a través del Ministerio de Desarrollo Social de Nación (…) En otras provincias, no hay nada. O sea, es peor. A nosotros nos escriben (…) preguntándonos cómo sacar turno para venirse a Córdoba para comenzar los tratamientos hormonales. Porque en La Rioja, sabemos en Mendoza, no hay nada. Entonces se vienen para acá”.
Esto genera no sólo que el servicio se sature en Córdoba. También provoca una profunda exclusión ya que, como señala Fernando, “las condiciones de la mayoría de la población trans son bastante precarias en cuanto a lo laboral y lo económico y es todo un presupuesto poder viajar a otra provincia para venir a un turno de un control, el cual después tenes que esperar el tema de los resultados de los análisis para ver si podés o no empezar con el tratamiento hormonal, y después tenés que venir periódicamente para el resto de los controles, buscar medicamentos”.
¿Y la Universidad?
La Universidad Nacional de Córdoba fue pionera en el reconocimiento de la identidad de género autopercibida mediante una resolución del año 2011, antes de la sanción de la Ley 26.743. Por eso, uno de los primeros centros de salud con el que se trabajó fue el Hospital Universitario Clínicas.
Al respecto, Fernando señala que la experiencia no fue buena: “se hizo mucha propaganda al espacio del Hospital Clínicas y nunca brincó una respuesta real. Incluso se hicieron las capacitaciones para los médicos del hospital, vino gente del Hospital Gutiérrez de La Plata, hicieron tres operaciones de readecuación sexual genital en chicas trans y cerraron el servicio de un día para el otro (…) la Universidad también está en falta. Hay un discurso de inclusión, sobre todo en el espacio universitario, que tampoco se sostiene. Por eso hablamos de cuestiones políticas que constantemente utilizan la problemática trans, un colectivo que nos sigue costando mucho”.
Fernando no tiene dudas cuando afirma que hay una utilización política de la situación de la población trans que genera enojo, “se toman situaciones muchas veces extremas, de angustia, para hacer propaganda, y hacer trabajo individual y personal dentro de sus organizaciones, de sus partidos, de sus instituciones para avanzar individualmente pero utilizando un problema que es grave de gente que vive como puede todavía, a pesar de la Ley”.
Las demandas
El comunicado difundido exige la terminación de los quirófanos prometidos en el Hospital Rawson, implementar un trabajo interhospitalario para involucrar a otros establecimientos sanitarios, la capacitación urgente de los equipos interdisciplinarios y la cobertura total de los derechos sanitarios de las personas trans, incluyendo las cirugías de adecuación sexual genital. Asimismo, plantean la necesidad de descentralizar los servicios primarios de atención para personas trans, a centros de salud de toda la provincia.
Qué contempla la ley
El art. 11 de la Ley de Identidad de Género vincula el derecho al libre desarrollo personal con el goce de la salud integral en términos de “acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”.
La reglamentación del art. 11 de la mencionada ley se realizó mediante el decreto nacional 903/2015 de mayo de 2015, y en el anexo que lo acompaña hay un detalle de lo que debe incluir, tanto las intervenciones quirúrgicas totales y parciales como los tratamientos hormonales integrales, que tienen por finalidad cambiar los caracteres secundarios que responden al sexo gonadal, promoviendo que la imagen se adecue al género autopercibido. Asimismo, está contemplado el desarrollo de un trabajo de preparación de los servicios en establecimientos sanitarios públicos de cada jurisdicción o a nivel regional y un programa de capacitación, actualización y sensibilización para los profesionales de la salud, “a fin de poder dar respuesta al abordaje integral de la salud y a las intervenciones y tratamientos”.
Todo esto bajo la órbita de la Secretaría de Salud Comunitaria y la Superintendencia de Servicios de Salud dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.