trole2 Desde el viernes pasado, cinco conductoras de trolebuses despedidas de la empresa TAMSE acampan frente a la Municipalidad de Córdoba, dos de ellas en huelga de hambre. Desde el Enredando las Mañanas nos comunicamos con Viviana Chiaty, una de las trabajadoras en huelga.

En el marco de una lucha por recomposición salarial de lxs trabajadorxs del transporte de Córdoba que se visibilizó fuertemente en los primeros días de junio con un paro de transporte que duró 9 días, cinco conductoras de trolebuses iniciaron el viernes 14 de julio una huelga de hambre frente a la sede del Ejecutivo Municipal con el objetivo de recuperar sus fuentes de trabajo.

Desde el Enredando las Mañanas hemos seguido de cerca un conflicto que desafió fuertemente a la burocracia sindical y amenazó con romper el techo de las paritarias impuesto por el gobierno nacional. Cuando la lucha parecía terminar con un logro de lxs trabajadorxs, una maniobra de las empresas, la municipalidad y la UTA, terminó dejando en la calle a casi 200 de ellxs.

En una mañana en la que la temperatura descendió hasta los 3,6° bajo cero, Viviana Chasty, una de las trabajadoras que acampa frente a la Municipalidad, comentaba que lo que motivó la decisión de tomar esta medida tiene que ver con que “nosotras no estamos de acuerdo con lo que plantea la UTA, no estamos de acuerdo con la presión que nos meten, no estamos de acuerdo con que nos hacen sentir que ni siquiera podemos expresarnos, nos tenemos que callar. Entonces nosotras nos apartamos, no estamos ni de un lado ni del otro, estamos todos compañeros y decidimos venir a pelearla nosotras cinco”.

Viviana explica que, de las trabajadoras acampadas, son dos las que se encuentran en huelga de hambre: Graciela, que realiza un ayuno con consumo de algunas bebidas azucaradas para que no se le baje la glucosa y ella.

Su objetivo es claro, “hemos hecho esto para lograr que el señor Mestre nos dé una audiencia y para lograr la reincorporación de todos los trabajadores despedidos injustamente”.

El número de trabajadorxs despedidxs es de 187 entre todas las empresas, pero la proporción es mucho mayor en la rama de los trolebuses (TAMSE), donde las conductoras son mujeres que fueron referentes en la lucha. A pesar de que el personal de la TAMSE representa solo el 6% de todxs lxs trabajadorxs, tienen un 40% de despidos. Una medida disciplinadora y profundamente machista, como sostuvieron las mismas trabajadoras en una presentación ante el INADI. La urgencia es evidente cuando Viviana nos explica que “Nosotras queremos que nos devuelvan nuestra fuente laboral, somos único sostén de familia, somos todas madres solas con hijos, pagamos alquileres, somos madres solteras, o separadas, con hijos y todo lo demás. En mi caso tengo dos hijas, tengo dos nietos, que dependen de mí, yo soy la única sostén de familia. Tengo 25 años en el transporte y a mí me han despedido injustamente”.

A la discriminación ya denunciada, se suma el abandono, ya que, comparte la conductora, “estamos desde el viernes acá pidiendo al señor intendente que se tome la molestia de recibirnos y hasta nos han prohibido la entrada a la Municipalidad, cuando la Municipalidad es un lugar público. Ni siquiera nos permitieron el primer día concurrir al baño”.

Solidaridad de clase

Sin embargo, a pesar del frío de la mañana y de la sordera política de lxs gobernantes, Viviana rescata la impresionante solidaridad que han recibido: “la gente ha sido solidaria con nosotras, nos ha acercado baños químicos, el Sr. Rubén Daniele nos ha facilitado una carpa (…) y así se ha sumado muchísima gente, nos ha ayudado y nos ha aportado un poco de lo que puede (…) Nosotras habíamos estado recaudando un fondo para sostener esta lucha, y mucha gente ha colaborado. Incluso, algo que me tocó el corazón, dos chiquitos que vendían agujas casa por casa acá en el centro, vinieron y dijeron ‘nosotros queremos colaborar, les dejamos $4,25’ (…) La solidaridad de la gente es algo espectacular, que te llega al corazón”.

Mientras hablábamos, ya terminando la entrevista, Viviana era requerida por algunas de las cientos de personas que han pasado por la carpa en estos días para acercar de algún modo su apoyo a esta lucha, y alimentar un poco el calor de la solidaridad ante el frío del edificio municipal.

Antes de cortar, la trabajadora del transporte afirmó: “la huelga de hambre va a ser hasta que el Sr. Intendente nos atienda”.