cristianEn el Enredando Las Mañanas, no podíamos dejar de hablar de la dolorosa noticia del asesinato de Cristian “Paragüita” Toledo, a manos del policía Adrián Gustavo Otero, en la Villa 21-24 de la Ciudad de Buenos Aires en la madrugada del sábado 15. La noticia conmocionó a vecinos, vecinas y organizaciones de la zona y rápidamente trascendió a los medios hegemónicos, que difundieron el hecho como una situación de robo, persecución y muerte. El barrio, su familia, integrantes de la Parroquia en la que participaba y muchas otras personas salieron a refutar y desmentir la versión policial.

En comunicación con Carlos Desages, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Villa 21-24, nos contó quién era “Paragüita”, qué pasó el sábado  y cómo impactó lo sucedido.

Al respecto, Carlos nos comentó que “lo que sucedió es que el sábado a la madrugada volvían tres jóvenes de bailar, y en una situación que fue muy confusa, un bombero de la Policía se baja del auto y le dispara a quemarropa, vaciando un cargador entero en el cuerpo de Cristian Toledo. Cristan era un joven de 24 años, muy laburador, trabajaba justo enfrente de la Parroquia Caacupé. Pertenecía a una familia muy creyente, participante de la iglesia, donde desde muy jovencito participó de las actividades de la Parroquia Caacupé. Era un chico muy querido, muy respetuoso con todos los vecinos, muy amable, absolutamente querido en todo el barrio”.

La máquina justificatoria de los asesinatos a manos de personal policial se puso rápidamente a andar, tanto en los medios que difundieron, explica Carlos, “que había habido un enfrentamiento o algo por el estilo”, como en la propia policía, ya que “los otros dos pibes fueron detenidos por varios policías que ya estaban en el lugar. Estuvieron incomunicados. No sabíamos muy bien por qué los detenían, ya que no sabíamos de qué estaban acusados. No había ninguna necesidad de detenerlos, si además habían sido ellos los que fueron atacados por otra persona”.

A partir de todo esto, Carlos comenta que “se armó toda una movida con el cura, las organizaciones sociales y políticas del barrio, los vecinos y vecinas por su cuenta, los familiares, espontáneamente. Se movieron de inmediato, por un lado para desmentir algo que ya estaba girando y que hacía del dolor sobre el dolor de una muerte, se iba a mancillar el nombre y honor de una persona, por lo que inmediatamente fuimos a la Comisaría 30 para aclarar esta situación; y para también sacar a los detenidos, ya que no aclaran por qué estaban en esa situación”.

El integrante de la Comisión de DDHH no se explica qué motivó la reacción del policía Adrián Otero, que esgrimió el argumento de que los jóvenes intentaron robarle, “una mentira total. No había pasado nada. No sé que le pasó por la cabeza, pero ya es bastante el estigma, la discriminación que sienten algunos de la sociedad, muchas veces con la bajada de línea de algunos medios de comunicación (son algunos, pero que lamentablemente son hegemónicos), con esto del aspecto de las personas”. Desages continúa; “Otero estaba unas cuadras de la Villa, sobre la avenida Vélez Sarsfield, y con la estigmatización y la discriminación, no sé que le pasó por la cabeza, o qué habrá pensado (…) El denunció eso, como que lo habían querido robar. Los pibes estaban desarmados, no había ningún arma. Los policías no pudieron armar una causa ahí, por suerte, ya que inmediatamente se había juntado gente y no pudieron tirarles algo como para acusar a los pibes de algún delito”.

Al respecto de lo sucedido luego del hecho, Carlos nos contó que “El velorio de Cristian Toledo es en Juventud Unida. Y mañana (martes) estaremos llamando a una reunión con los familiares, en medio del dolor, en la Parroquia de Caacupé a las 18hs. Para que entre todos, familiares, amigos, vecinos y organizaciones, ver los pasos a seguir. Queremos que vaya preso, ya que sabemos que luego entre los propios policías se encubren, ensucian las causas, las dilatan; una serie de maniobras que acostumbran a hacer cuando está involucrado algún uniformado, para mantener impunidades. Vamos a acompañar el accionar judicial”.

Finalmente, y ya en la despedida, Carlos nos manifestó su agradecimiento “por informar las cosas como son”.

Al día de hoy, el policía se encuentra detenido y los dos jóvenes que acompañaban a Cristian fueron liberados.