Una enorme repercusión mediática alcanzó el programa Periodismo Para Todos de Jorge Lanata, en el que mostraba a un niño de 11 años, “El Polaquito”, hablando de supuestos delitos que había cometido. Sin embargo, tanto su madre como el Movimiento de Trabajadores Excluidos, organización con trabajo en el barrio donde vive, desmintieron el relato y denunciaron a la producción del programa y al Estado. Desde el Enredando las Mañanas nos comunicamos con Manuel, integrante del MTE.
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Manuel señala que la denuncia que están motorizando, tanto comunicacional como penalmente, tiene que ver con la violación brutal de los derechos más elementales del niño. “Nosotros -explica- lo que estamos denunciando es que se utiliza la situación de un nene vulnerable para hacer un producto televisivo, donde se lo muestra de una manera, donde se lo induce a decir cosas que no hizo”.
El integrante del MTE comparte que el Polaquito “es un pibe que fabula, que nosotros lo conocemos y generalmente inventa historias y están altamente relacionadas con estas historias de violencia y con algunos códigos que él maneja”. Manuel denuncia que el niño se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad y que “el Estado, en vez de intentar contenerlo e intentar buscarlo, lo entrega de alguna manera, pasa la información a la producción del canal, concilia una reunión para que le hagan esta entrevista y lo induzcan a decir un montón de cosas que él no hizo”.
Esta situación no sólo violó el derecho a la intimidad y a la identidad del niño, sino que además, lo puso en un serio riesgo, ya que “le ha creado una confusión a él, un montón de problemas, porque se lo reconoce, porque en el barrio lo reconocieron, porque el blureado es bastante pobre, utilizaron la voz y el apodo original de él, y un montón de cosas que lo único que hacen es estigmatizarlo más y ponerlo en una posición de delincuente cuando no es nada más que un nene con problemas, con conflictos, con cosas que solucionar”.
Es inevitable vincular la exposición de “El Polaquito” en el programa de televisión con el debate mediático azuzado por el gobierno nacional en torno a la baja de la edad de imputabilidad y con el accionar de la policía de Lanús que, explica Manuel, “ya viene teniendo una política de hostigamiento con los menores en el barrio de Caraza, y con algunos antecedentes con respecto al tema”. Pero desde la organización hacen hincapié en que la entrevista constituyó “directa y concretamente una violación de derechos del niño (…) Se utiliza su imagen con alguna intencionalidad, o de vender un producto televisivo o con alguna intencionalidad política. Más allá de eso, hay una violación concreta con respecto a los derechos del niño y con respecto a los derechos de este niño en particular, con lo cual por eso se radica la denuncia”.
Asimismo, afirma que desde el programa no hubo “una investigación seria ni que analiza toda las situaciones que llevaron al pibe a hablar de esa manera, que además son mentiras, son fabulaciones, (…) lo fueron llevando a inflar el pecho y a sentirse más capo (…) después ahí el programa lo utilizó para querer enviar un mensaje y mostrar a un nene como un delincuente”.
La realidad cotidiana del “Polaquito”
La preocupación de Manuel tiene que ver con una realidad que viven cotidianamente muchos niños y niñas del conurbano bonaerense y en los territorios donde la organización desarrolla su actividad, pero en particular, con el Polaquito, y explica: “Es un chico con el que se viene trabajando, que viene teniendo conflictos con la autoridad, que ha tenido problemas con la policía municipal, que perdió la escolarización desde muy pequeño, que la familia viene pidiendo ayuda en el municipio y buscando escuelas que no lo están pudiendo aceptar porque dicen que no tienen las herramientas para poder contenerlo. Es un pibe que tiene problemas de salud emocional, que está con problemas graves y que fue utilizado para esto”.
Sin embargo, claramente las organizaciones sociales no tienen las herramientas ni recursos para cumplir una tarea que debería sostener el Estado y que excede al niño expuesto. “No es solo un caso, hay muchos pibes que están en situaciones complicadas en el barrio y hay muchos pibes que perdemos por el tema de la droga, y por un montón de cosas, donde a veces tenemos éxito con algunos chicos que logramos que no entren en la droga, o que se puedan rescatar, con otros pibes a veces cuesta y no se puede”.