Desde Zumba la turba nos comunicamos con Graciela, artesana de la calle Obispo Trejo de Córdoba. Graciela denunció que el pasado jueves 27 de julio, en el lugar donde suelen exponer sus producciones, se presentaron inspectores municipales acompañados de personal de Infantería de la provincia, y no les permitieron trabajar. Como medida de fuerza, lxs trabajadorxs de la peatonal están hoy con sus paños vacíos con diferentes consignas.
En un contexto en el que es cada vez más difícil el acceso a un empleo formal, la respuesta estatal sigue siendo la de perseguir y hostigar a quienes encuentran como posibilidad laboral y de supervivencia la venta de sus producciones en los espacios públicos y callejeros, tratándolxs como si estuvieran cometiendo un delito.
Lxs artesanxs exigen al ejecutivo una mesa de diálogo y explican que hace ya más de de 5 años que tienen sus puestos con artesanías frente a la Facultad de Derecho. Hoy, denuncia la entrevistada, hay trabajadorxs que no tienen para comer.
Si bien no son trabajadorxs formales, lxs artesanxs han construido a lo largo de estos años legitimidad para permanecer en el espacio público, tienen sus clientes, y son buscados por lxs turistas que acceden al casco histórico de la ciudad. Graciela nos cuenta que desde el jueves hasta hoy se acercó muchisima gente a apoyarlos, tomando fotos y participano del petitorio con el que recaban firmas para que les permitan trabajar.