medic comun (2)Siete meses hace que lxs profesionales del Programa Médicos Comunitarios no cobran por su trabajo, sin que el Estado les dé ninguna respuesta. Hoy, en las puertas de la Legislatura Provincial, Julia Di Santi, trabajadora social e integrante del equipo conversó con Zumba la Turba.

 

 

Este miércoles 2 de agosto la Legislatura Provincial cordobesa amaneció vallada, para impedir una vez más que los reclamos populares entren al recinto. De un lado, se encontraban lxs integrantes de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo protestando por los intentos del oficialismo de aprobar apresuradamente una tramposa “Ley Agroforestal” (que finalmente se aprobó). Enfrente, trabajadorxs de la salud que vienen trabajando sin cobrar su salario desde hace siete meses.

Lxs trabajadorxs son alrededor de 600 profesionales que integran el programa Equipos Comunitarios, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación y que trabajan en la atención primaria de sectores vulnerables en más de 160 localidades de Córdoba. Aunque el programa tiene más de diez años de antigüedad, en enero de este año la Nación transfirió la administración de los recursos a los municipios. Desde entonces lxs profesionales no han cobrado y lxs funcionarios de las distintas jurisdicciones se lavan las manos.

Al respecto, Julia De Santis, trabajadora social y empleada del programa, nos decía “somos trabajadores sociales, psicólogos, nutricionistas, odontólogos, médicos, enfermeros, agentes sanitarios, que trabajamos en el interior, en distintos centros de salud, y acá también, con población vulnerable, población que no accede a otro tipo de salud privada, sino que accede a lo público. Además la salud de una forma integral, es decir, problemas sociales, la violencia, la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes, un montón de cuestiones que trabajamos cotidianamente”.

A pesar de la importancia de este programa a la hora de garantizar el acceso a la salud a comunidades aisladas y de escasos recursos, Di Santi denuncia que en estos siete meses de lucha no han tenido respuesta de ningún tipo.

Nosotros -continúa la trabajadora social- hemos hecho un montón de acciones, nos hemos juntado con [el ministro de Salud provincial Francisco] Fortuna, no nos ha dicho una sola palabra de cómo se va a resolver esta situación, no se comprometen a nada (…) también está Fernanda Mereles, que es la coordinadora del programa, tampoco nos da respuesta”. El responsable del programa desde su origen es el Ministerio de Salud de la Nación, que luego del arribo de la gestión Cambiemos se desvinculó del Programa provincializando la administración. La realidad es que hoy nadie se hace cargo: “llamamos al ministerio nacional, que es el que va a girar los fondos, y cada vez que llamamos nos dan una información distinta, ahora lo que dicen es que están esperando que Fortuna firme, Fortuna nos dice que él no tiene que firmar nada, y así nos tienen. Nadie da respuestas y acá a nadie le importa lo que es la salud pública de la gente”. Por eso, explica, hacen responsables al gobernador Schiaretti, al ministro Fortuna y al presidente Macri de la situación que atraviesan.

Este miércoles 2 de agosto estaba previsto que el ministerio respondiera los pedidos de informe realizados por lxs legisladorxs y lxs trabajadorxs decidieron hacerse presentes en el recinto. Sin embargo les impidieron el ingreso, algo que, explica la profesional, “es algo que no nos sorprende (…) Hoy se trata en qué estado se encuentra el programa acá adentro, se han pedido en otras oportunidades informes y el gobierno tiene que responder. Entonces lo que vamos a hacer ahora es esperar y definir próximas acciones”.

A pesar de no cobrar y de que desde la gestión les plantean que hagan reducción horaria, lxs profesionales de la salud han decidido continuar trabajando. Julia explica que “nosotros nos negamos porque queremos seguir trabajando y no queremos que nos chantajeen después con que no fuimos y demás, así que conservamos nuestros puestos de trabajo”.

Este equipo aborda tareas propias de un abordaje integral de la salud, incorporando problemáticas como la violencia de género, el acceso a medicamentos, estudios o turnos de personas con dificultades, la situación de niños, niñas y adolescentes. Un trabajo que lejos de limitarse a la atención y asistencia, se orienta a la promoción de la salud y la prevención, “cuestiones -explica Di Santi- que incumben al primer nivel de atención y que es lo que hoy la provincia está abandonando evidentemente por completo”.