gilda con pecas Once días lleva de huelga de hambre Gilda Morales, la mujer que pelea desde 2015 la restitución de su hijo. El jueves 3 de agosto, el comunicador Lucas Guzmán se acercó a las inmediaciones de los tribunales provinciales para conversar con ella y conocer su reclamo. Por otra parte, hablamos con Florencia Bianco, del Colectivo de Visibilización del Abuso Sexual Infantil, quienes convocan a una asamblea este sábado 5 de agosto a las 14 hs. en Tribunales I (Foto: Gilda con el médico Pecas Soriano).

Gilda comparte: “estoy pidiendo la restitución inmediata de mi hijo desde hace un año y siete meses. Están todos los pedidos de restitución en el Civil, en el fuero Penal también, y en otros lugares como Derechos Humanos”.

Reconstruir en una nota el camino que ha hecho Gilda desde diciembre de 2015 resulta casi imposible. Su causa incluye expedientes en la justicia penal, de familia, DDHH, etc. y en la última etapa alcanzó incluso a la Corte Suprema por un recurso que presentó.

La mujer, de origen santafesino, plantea que su reclamo es “legítimo, porque mi hijo fue sacado de mi hogar en condiciones infrahumanas y en contra del dictamen de un cuerpo oficial técnico de familia que dijo que el padre no estaba en condiciones, es decir, no estaba apto para tener a mi hijo. Lo fundamentó muy bien y este cuerpo técnico previno el daño que actualmente V. está sufriendo. De hecho, dijo en ese informa que el padre sólo podía tener visitas asistidas con acompañamiento terapeutico”.

Sin embargo, la jueza a cargo del Juzgado de Familia de 4a Nominación Silvia Cristina Morcillo resolvió en el sentido opuesto y estableció las visitas asistidas para la madre, dándole la guarda del niño al padre. Gilda plantea que esta acción implica, incluso, dolo.

Simultáneamente, explica Morales, “lo más grave es que para llevar a cabo esto, esta jueza me metió presa durante dos meses utilizando de secretario al fiscal del fuero penal Distrito 1 IV, Ernesto de Aragón”. El fiscal Aragón imputó a Gilda Morales por secuestro y la mantuvo detenida durante dos meses en condiciones que no duda en describir como tortura.

Después de salir de estar presa -continúa reconstruyendo Gilda- estuvimos diez meses sin ver a V., sus dos hermanos y yo”.

El interior superior del niño, en cuestión

gilda muniecosMorales es muy clara en el planteo “si la gente tiene alguna duda sobre el caso, sobre lo que sucedió, yo creo que los derechos violados de mi hijo (…) no resisten ningún debate. (…)  independientemente de la opinión popular o de lo que el fiscal o esta jueza han insertado en los medios de comunicación de Córdoba principalmente sobre mi persona. Imaginate que esto no debería ser y no debió haber sido nunca un juzgamiento moral como estos funcionarios públicos intentaron hacer. Así que yo pido la inmediata restitución de V. de manera cautelar, que es lo que debe ser, lo correcto”.

El pasado miércoles V. pudo encontrarse con su madre y sus dos hermanos durante cuatro escasas horas, luego de que formularan una denuncia contra el padre por impedimento de contacto. “Mi hijo (…) está esperando volver a su casa, a tener una vida familiar corriente, como todo niño. Yo, por supuesto, estoy contenta de haber podido abrazarlo, encontrarme con él, después de tantos días. Sus hermanos lo mismo”.

Los derechos y necesidades del niño parecen haber quedado en último plano, lejos del principio de interés superior establecido en las convenciones internacionales y la legislación nacional. Gilda está preocupada: “Mi hijo no está bien (…), tiene un deterioro importante. La justicia está anoticiada de todo, tiene ya un daño en su visión que es un daño físico y visible. Imaginate el daño psicológico que es inconmensurable (…) Así que espero que esto se solucione lo más rápido posible y pido también a la gente que se solidarice con esta situación y que vean solamente a mi hijo. Acá no es importante ni su padre ni yo, acá es importante V. Lo que importa es el daño que siguen inflingiéndole y que es un rehén del poder judicial de Córdoba. Esto ha sido siempre así y es claro en todo lo que ha sufrido desde el momento uno, cuando fue sacado con la policía federal sin intervención de ningún asesor de menores, ni del fuero de familia ni del fuero penal, o sea que esto ha sido más que aberrante porque está previsto en la ley que esto jamás debió haber sucedido de esta forma”.

Gilda hace responsable de su calvario a la Jueza Morcillo, y explica que “está muy cuestionada, que tiene muchas denuncias penales, tiene incluso sumarios administrativos. Somos muchas las madres que sufrimos el aberrante trato y la violencia por parte de esta mujer, la violencia institucional sobre todo, el abuso de autoridad al cual nos tiene acostumbradas”.

La huelga de hambre tiene un destinatario concreto: el gobernador Juan Schiaretti. Gilda Morales le pide al poder ejecutivo que a través de la SENAF se oficie la restitución inmediata del niño. Morales aclara, “yo le hablo porque es el gobernador que tenemos, (…) porque él es el jefe y el titular de la Senaf, lo dice la Ley 9944”.

La mamá de V. está dispuesta permanecer en huelga de hambre, afirma, “hasta que me lo traigan a V., hasta que esto se resuelva. Por ahora, mi voluntad no está quebrada y no me voy a ir sin mi hijo”.

Es una política, no una excepción

Por otro lado, Florencia Bianco, del Colectivo de Visibilización del Abuso Sexual Infantil, planteó que el espacio ha decidido acompañar el pedido de justicia que está realizando Gilda Morales por la restitución de todos los derechos vulnerados de su hijo. “Esta restitución de la guarda a la mamá -explica-, se está realizando dentro de un marco de una causa múltiple en los juzgados penales, de familia y de delitos contra la integridad sexual y está plagada de irregularidades. Irregularidades a las que, lamentablemente, nos tiene acostumbradas la justicia cordobesa, una justicia que normalmente descree de las madres, descree de los relatos de las víctimas y en este caso particular, descree o desoye la recomendación que el mismo equipo de acompañamiento técnico de la jueza de familia Morcillo realiza. Ese cuerpo técnico, conformado por psicólogos, psiquiatras y especialistas en derecho de familia recomienda, por una serie de tremendos síntomas y evidencias que nota en el vínculo del niño con el padre y a su vez del padre y del niño también, la no revinculación”.

Bianco plantea que estas situaciones se reiteran en el tratamiento de las causas de familia, y afirma, “fundamentalmente la jueza Morcillo es conocida por los maltratos a los que somete a las mujeres, a las mamás denunciantes, a las mamás cuidadoras y a los mismos niños que son víctimas de violencia familiar”.

Desde el Colectivo asumen el acompañamiento del reclamo de Gilda por la restitución de los derechos vulnerados de su hijo y se suman “a luchar hasta que ese niño reciba de la justicia algo que justifique llevar ese nombre, justicia. Es un niño desprotegido y revictimizado por los agentes judiciales de Córdoba”.

Este sábado 5 de agosto a las 14 hs. convocan a una asamblea en Tribunales I (Caseros 551) con la consigna “¡Basta de abuso judicial! Restitución de los derechos vulnerados del hijo de Gilda Morales”.