Este miércoles 23 de agosto en L’ecole Bon Appetit se realizará el lanzamiento de la III Edición de Invicines, el cine de los invisibles que se desarrollará del 2 al 9 de septiembre. Desde Enredando las Mañanas nos comunicamos con Carolina Rojo, una de las fundadoras y organizadoras del Festival que pondrá en pantalla 73 cortometrajes y 3 mediometrajes.

Para empezar, Carolina nos cuenta que Invicines “es un festival que no sólo se limita como cualquier festival de cine a hacer proyecciones de cortos y largos, sino que también hacemos actividades fuera“. Esas actividades incluyen desde proyecciones y talleres en contextos de encierro, talleres audiovisuales abiertos a la comunidad, hasta lo que llaman Cine Express.

invicinesEn relación a los contextos de encierro, este año ingresarán con la muestra a la cárcel de mujeres de Bouwer. “Es la cárcel más grande de Córdoba -explica Carolina- Ahí también vamos a estar en un espacio de mujeres, de chicas menores que están ahí privadas de su libertad y están haciendo talleres“.

Una de las propuestas más interesantes y originales del Festival es la de los talleres de “Cine Express” y Rojo explica que consiste en “poder realizar un taller de cine en un día, un cortometraje en el transcurso de un día. En este caso, vamos a hacerlo el primer día del festival, lo guionamos, lo filmamos, lo editamos durante la semana y el último día del festival lo vamos a estar proyectando“. En esta oportunidad, la articulación se está haciendo con los Científicos Autoconvocados de Córdoba, de la Asamblea de Ciencia y Técnica, respondiendo a un pedido que hicieron.

En relación a las proyecciones, Invicines se propone mostrar “un cine que no tiene pantalla” y por eso se orienta a la proyección de largo y cortometrajes de temáticas “que a nosotros nos parece que son interesantes, temas sociales de los que se habla poco“. En este caso, por ejemplo, estará en cartel la película “La cena blanca de Romina”, en torno al caso de Romina Tejerina en la localidad de San Pedro, provincia de Jujuy. Para Carolina, lo interesante de este largometraje es “esta cosa del pueblo chico, que termina siendo todo pueblo y esta cosa de las miradas de la gente (…) Es fuerte, las palabras del intendente, las de la Iglesia, el Estado, en torno al aborto, al embarazo adolescente, en un pueblo chico como ése“.

Otra de las obras en cartel será “Zaratustra Ainda Fala” (“Zaratustra todavía habla”), una película brasilera, comenta la organizadora, “hecha por un estudiante de cine que una vez que cayó preso decidió hacer con los presos una película, y esa es la que vienes a presentar, haciendo unos nexos con la obra de Nietzsche“.

En cuanto a los cortos, Carolina comenta que, en sentido inverso a la mayoría de los festivales, en este caso no se proponen ejes temáticos previamente, sino que se construyen a partir de los cortos que se envían a la convocatoria libre y abierta. “Llegan cortos de muchísimos lados -comenta-, de acá de Argentina, de Latinoamerica, del mundo, estamos chochos. Y solamente moviéndonos por las redes, porque la verdad es que no tenemos mucha otra posibilidad. Las redes sociales y las radios comunitarias son las que más nos funcionan“. Al mismo tiempo, la convocatoria sirve como termómetro, para “ver también a través de esos cortos qué cosas están preocupando, qué cosas están interesando a los jóvenes, porque también nos llegan cortos de chicos de escuelas secundarias, de lugares en contexto de encierro, de realizadores un poco más experimentados“.

Como la idea es profundizar en los debates que proponen las películas, la modalidad de las proyecciones involucra no solamente a lxs realizadorxs, sino que cuenta con la participación de referentes sociales vinculadxs a las temáticas que hacen las correspondientes presentaciones y abren los debates, en cada película y también en cada sección de cortos.
Este año habrá una sección de niños, una de asdolescentes, una de contexto de encierro, de diversidad sexual y de ambiente.

Articulando Redes y Festivales

Carolina comparte que, ya instalado y conocido el Festival de Invicines, “hicimos un nexo con los chicos del Festival de Cine Social de Concordia que ellos ya van por el séptimo año (…) Y ahora también vamos a empezar a participar de RAFMA [Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales], y vamos a ver qué generamos desde ahí. Pero muy de a poquito, tímidamente, porque estamos recién arrancando y somos muy poquitos. En el Festival el primer año arrancamos la idea y la fundación empezamos dos personas a hacerlo y después se nos fueron sumando algunos colaboradores, pero es como que es todo bastante a pulmón y hacemos lo que vamos teniendo al alcance“.