En el Enredando Las Mañanas del lunes 21 de agosto nos ocupamos de un tema que cada vez es más recurrente, a través de la voz de Florencia Guimaraes, compañera activista travesti, sobreviviente de prostitución, fotógrafa, abolicionista, quien denunció en las redes sociales ese fin de semana los travesticidios sociales de Gabriela en Buenos Aires y de Tatiana en Santiago del Estero. Otra vez, dos jóvenes mujeres trans alimentan este círculo de muerte que hacen que el promedio de vida de las mujeres trans y travestis hoy no llegue a los 40 años.
Al aire con Florencia Guimaraes, comienza su relato diciendo que “Hay que empezar a dejar de ser indiferentes. Hay que empezar a tomar conciencia de lo que atraviesa nuestra comunidad. Que esto salga puertas para afuera para que no sea un tema que sólo nos enteramos nosotras, lo hablamos nosotras, lo sufrimos nosotras, sino que sea un tema del que hable toda la sociedad, porque esto afecta a toda la sociedad. Nosotras somos parte de esta sociedad; somos hermanas, tías, amigas, primas, etcétera. Entonces, ya es hora que se empiece a hablar de los travesticidios, que se empiece a hablar de nuestras muertes, que son muertes evitables y que hacen que no lleguemos (las travestis) a los 35 años de edad en un 80% de la comunidad travesti, y que subsiste en el sistema prostituyente esa cadena que hace que tengamos este promedio de vida. Entonces es el momento de hablar de este tema profundamente y que no quede solamente entre nosotras, las compañeras de los feminismos, de los movimientos de mujeres, de los movimientos populares o en algunas que estamos empapados en esto, sino que toda la sociedad forme parte de esto. Que no solamente se hable de las travestis que salen en Tinelli, haciendo monerías, o que hablen de las travestis cuando salen en un programa porque las agarraron con un porro y te ponen como narcotraficante, o que hablen de la travesti que está parada en la esquina y se dice siempre que si está ahí, es ‘porque le gusta’. No, señores. No estamos todas paradas en una esquina porque nos gusta, lo hacemos porque hay sistema patriarcal, capitalista, que nos condena a las travestis a la prostitución. Entonces, es tiempo de hablar de todo esto, y poner todas las cartas sobre la mesa”.
La indignación que expresa Florencia tiene que ver con que cada una de ellas, lejos de ser una cifra, es una compañera con sueños, con proyectos. “Más que números -explica-, somos compañeras. Y es muy doloroso y cada vez más constante, sobre todo ahora con la masividad de las redes sociales. Lamentablemente entre nosotros estamos naturalizando esto de estar hoy hablando con una compañera, tomando un mate y la semana que viene, enterrándola”.
“En el caso de Gabriela, yo tuve una amistad de muchos años. Éramos vecinas del barrio, incluso estuvimos casi diez años en la misma esquina paradas en situación de prostitución. Era una compañera radióloga, trabajaba con niños y con bebitos en el Centro Gallego acá en la Ciudad de buenos Aires. Cuando ella se travestizó, la echaron, lo cual hizo que tenga que subsistir en el sistema prostituyente porque no tenía forma de solventar su vida. Era una gran compañera. Habíamos dejado de tener relación los últimos años porque ella se fue a vivir a la capital y yo vivo en la provincia de Buenos Aires, pero seguíamos teniendo contacto. Me llamó el año pasado para ver cómo podía validar uno de sus títulos que ella tenía como enfermera profesional. Tenía muchas ganas de hacer un montón de cosas. Esta compañera nos fue arrebatada y murió con 45 años”.
Al respecto del travesticidio de Tatiana, Florencia nos contó que “Era una compañera santiagueña que se encontraba en situación de prostitución, y que se fue con 32 años de edad. Súper joven, como la mayoría de todas nosotras. Así podríamos enumerar casos todo el tiempo. Veníamos de hacer una vigilia en Plaza de Mayo hace tres días por Ayelen, esta compañera que se encontró asesinada en Tucumán, desnuda, toda golpeada, asfixiada y tirada como si fuera un objeto, debajo de una grada en el Lawn Tennis tucumano. Venimos de un montón de golpes. Y esto es constante para nosotras. A veces ya no sabemos si gritar, enojarnos, si llorar. Parece que no tuviéramos ni derecho a eso, porque estamos llorando a una compañera, y te estás enterando que se está muriendo la otra”.
Desde el Enredando Las Mañanas venimos siguiendo el caso de Ayelén y pudimos transmitir que la convocatoria en Tucumán fue masiva, lo cual demuestra que de a poco estamos pudiendo instalar la indignación que nos producen los travesticidios, aunque aún no se moviliza masivamente la sociedad. A respecto, se viene instalando el concepto de “travesticidio social”, que implica no sólo la muerte violenta, fruto del odio en estos crímenes espantosos, sino también, expresa esa muerte cotidiana que golpea de formas más sutiles que se registran mucho menos. Florencia nos explicó que “cuando hablamos de travesticidio, hablamos de travesticidio social, porque hablamos de la responsabilidad que tiene principalmente el Estado sobre nuestras muertes, y gran parte de la sociedad que naturaliza todo lo demás que nombramos: que las travestis estén paradas en una esquina, que haya una travita entre 11 y 15 años en una esquina y nadie se escandalice, y esa niña está siendo abusada, violada, no solamente por los prostituyentes, sino también por la policía, por el tachero que la lleva, sabiendo que es una niña. Hablamos de la desidia de las instituciones, de las escuelas que son expulsivas con nosotras y no nos contienen. Somos echadas de nuestras casas. El sistema de salud, que es súper binario, patriarcal, heteronormativo, que no conoce nuestros cuerpos. Cuando una va a un hospital con siliconas, no saben qué hacer con nosotras. La mala atención hacia nuestra comunidad, donde no se respeta la Ley de Identidad de Género”.
“Todos estos son mecanismos expulsivos constantes, que hacen de la expectativa de vida para las travestis, un techo de 35 años de edad. Muchas compañeras se nos mueren entre los 18 y los 30 años”.
Otro elemento que analizó Florencia, es el cupo laboral: “Hay falta de trabajo, hay una Ley de Cupo Laboral Trans en la provincia de Buenos Aires, que ya tiene dos años de sanción y no se implementa, no se cumple”.
“Todas estas cuestiones que nombramos hacen al travesticidio social. Nuestras muertes son evitables. Somos una comunidad que subsiste de la prostitución, y todos estos elementos hacen que tengamos una expectativa de vida tan baja. Hay que terminar con esto”.
“Quiero finalizar exigiendo Justicia por Diana Sacayán, otra compañera que también fue brutalmente asesinada hace dos años. Hay que seguir luchando, seguir peleándola, seguir hermanándose, abrazarse y salir a las calles a ser escuchadas”.
Florencia cerró expresando su postura al respecto de la situación de la comunidad travesti en el ámbito educativo: “es muy importante para nosotras volver a las escuelas, que se respete nuestra identidad y que se cumpla la ESI [EducaciónSexual Integral]. La ESI es crucial para cambiar el futuro de nuestras vidas y de toda la sociedad. Ha sido un logro muy grande y sabemos que con este nuevo gobierno fascista, no se está cumpliendo. Quiero cerrar diciendo basta de persecución y represión a las compañeras travestis que están siendo nuevamente encarceladas, las llevan presas, las requisan en la vía pública, abusadas todas las noches, en todas las provincias. Pasa en Tucumán, en la Ciudad de Buenos Aires, en La Plata, en Córdoba, en Mendoza, pasa en todo el país. En algunas provincias la represión nunca se terminó, creíamos que estas discusiones estaban saldadas, pero nuevamente estamos yendo a buscar compañeras a las comisarías”.