Aborto-en-Chile-1024x682El país trasandino era uno de los pocos que quedaba con la prohibición absoluta del derecho a la interrupción del embarazo. En comunicación con Tamara Vidaurrázaga del Instituto de la Mujer de Chile, cuenta en Enredando las Mañanas cómo fue el proceso que se llevó adelante para la sanción de la ley y las deudas pendientes.

“Esta fue un principio de ley que fue parte del compromiso de la campaña del Gobierno actual de la presidenta Michelle Bachelet, es una ley que por supuesto es resultado del trabajo y del movimiento de la mujeres y feministas de este país que están luchando por el derecho al aborto desde los años 30. Fue muy controversial porque no solo la derecha mas conservadora sino también, incluso, algunos integrantes del Partido Demócrata Cristiano que es parte de la coalición oficialista, que lidera Michelle Bachelet, también se plantearon en contra de este proyecto. Por lo tanto, nunca tuvimos la seguridad a pesar de tener mayoría en la Cámara de Diputado y en el senado, de que realmente iba a salir. El proyecto tiene que ver con despenalizar el aborto cuando se realiza por 3 causales muy concretas: peligro de vida de la mujer, inviabilidad extrauterina del feto y violación. Fue sobre todo esta última causal la que causo mucha controversia porque se aludió por ejemplo a que las mujeres íbamos a inventar que todas habíamos sido violadas para irnos a abortar. Sobre la causal de inviabilidad se llegaron a decir cosas atroces como que queríamos matar a todos los fetos que venía con síndrome de down. En realidad se recurrió a muchas falacias argumentativas y fue muy difícil “limpiar” eso comunicacionalmente como para que también la gente entendiera de qué se trataba. A pesar de eso, más del 72/73% de la población se manifestaba en las encuestas a favor de estas causales por lo tanto es un proyecto aceptado por la sociedad en general no solo por las feministas”.

“Costó que funcionara porque se aprobó en la cámara de Diputados, se aprobó después en el Senado pero se volvió a Comisión para analizar un articulado que no estaba totalmente claro, después salió y se aprobó y la derecha lo mando al Tribunal Constitucional porque dijo que era anticonstitucional por el tema del Derecho a la Vida que está en nuestra constitución garantizado. Recién la semana pasada el Tribunal Constitucional se pronunció a favor de la Ley y por lo tanto tenemos ley”.

A la pregunta sobre cómo observa la lucha por el derecho al aborto por decisión de la mujer en este momento en Chile, Tamara responde:

“En el caso de nosotras, las feministas, tenemos clarisimo que si bien este es un avance y un avance que en general esperábamos y que nos alegra, por su puesto, porque aunque responda a un 3% de mujeres, por un lado es un 3% de mujeres que efectivamente fue relevante. Tener que dar forzadamente a luz a un embrión que sabemos que va a morir o exponer la vida porque tengo un embarazo riesgoso o, lo peor, tener que tener el hijo de un violador pensando sobre todo en las niñas que son las más abusadas y violadas y que tendrían incluso que tener un hijo de su propio padre, nos parecen causales atroces, por lo menos nos saca de un mínimo. Nos lleva un mínimo de dignidad a esas mujeres en esos casos específicos, ya nos saca de ese lugar terrible en el que estábamos que era la penalizacion del aborto en todos los casos.

Por supuesto para nosotras las feministas nos falta mucho más, o sea lo que tenemos que lograr es que la maternidad efectivamente sea una opción, sea una opción deseada por las mujeres y no sea una imposición, que es lo que de todas maneras va a seguir pasando en este país que vamos a seguir teniendo maternidades forzadas. Y nos parece que, por supuesto, eso no tiene nada que ver con la autonomía del cuerpo y el derecho a decidir cuándo queremos y no queremos ser madres y si es que queremos serlo también. Por lo tanto, nosotras seguimos apostando hacia esa lucha y vamos a seguir marchando y vamos a seguir presionando para que avancemos, pero lo interesante de esto es que por primera vez se da un debate a nivel legislativo desde el año 1989 que es cuando perdimos el aborto terapéutico. Una discusión que nos parece interesante, porque en el fondo el aborto ya dejo de ser una cuestión satanizada y se constató que hay una mayoría importante de población que está de acuerdo al menos en alguno casos y eso ya significa que podemos ir conversando sobre otros y que se comience a entender que las mujeres no podemos estar obligadas a parir cuando sentimos que no tenemos las condiciones para hacerlo, que es una decisión muy personal y que tiene que ver con la experiencia y con la vida de cada mujer. Por lo tanto, para nosotras eso nos abre puertas y nos permite discutir esto públicamente. Sabemos que nos falta mucho más y adonde queremos apuntar por supuesto es a una despenalizacion total del aborto y a una legalización, a un momento en el que el Estado se haga cargo en su salud pública y garantice el derecho a un aborto que sea seguro, que sea gratuito y que sea desatanizado también en términos culturales”.