Desde Catalunya, el periodista Joan Canela analiza para Enredando las Mañanas el proceso independentista catalán y la represión del Estado español antes y durante el referendum del pasado domingo. A pesar de la brutalidad policial que intentó bloquear el acceso a las escuelas, más de dos millones de personas votaron por el sí a la independencia. Por RNMA.
El periodista compartió al aire que en Catalunya hay un sentimiento nacional muy fuerte, una lengua propia diferente al español, una cultura diferenciada y un sentimiento de ser un país diferente a lo que sería España o Castilla. En términos históricos, Catalunya perdió sus libertades por las armas con Castilla hace 300 años.
Sin embargo, recuperó también que el sentimiento independista no ha estado presente siempre con tanta intensidad, ya que prevalecían en la población ideas más bien federalistas o autonomistas. Eso ha ido cambiando con el estallido de la crisis y ha comenzado a aumentar el apoyo a esas ideas.
Canela explicó que el discurso antiindependentista viene impulsado sobre todo el Partido Popular pero también con apoyo o simpatías de gran parte de la sociedad española, de los poderes económicos, judiciales, parte del PSOE, y mediáticos, mediante la “catalanofobia” como forma de disciplinar a la sociedad, mientras que en Catalunya hay un creciente sentimiento independentista que se vincula con un aumento en los votos a los partidos que tienen esa posición y también en la transformación de los partidos autonomistas-conservadores en independentistas.
Cuando consultamos en relación al posicionamiento ideológico del movimiento independentista, el comunicador catalán explicó que el mismo es amplio y plural, y que incluye corrientes de derecha, de izquierda, anarquistas pero con un sentimiento mayoritario de izquierdas. Hay, además, una crítica muy fuerte no a España en sí, sino al sistema político que surgió después de la dictadura, con libertades precarias y con un nivel de corrupción muy alto. Sistema que hoy se está resquebrajando.
Joan analiza el proceso que viene gestándose en torno a la independencia catalana y explica que si bien hay una parte de la sociedad que no reclama la independencia, se intentó llevar adelante un proceso como el de Escocia, en el que la gente pueda decidir recibiendo la información necesaria. Sin embargo, el escenario cambió cuando, ante esta propuesta, el estado Español se “cierra en banda”. No sólo el gobierno de Rajoy, sino también el PSOE, el poder judicial, el ejército, la corona, todos se oponen ya no a la independencia que podría ser entendible, sino que se oponen a una cuestión democrática como es el referéndum, al debate. Convierten el tema de la independencia catalana en un tema tabú, un tema que no se puede debatir.
Después de 5 años de intentar acordar los términos del referéndum con el estado español, el gobierno Catalán toma la decisión unilateral de convocarlo, afrontando las dificultades que implica el hecho de ser decidido de manera unilateral, porque no hay un diálogo entre las partes que permita ponerse de acuerdo en las fechas, los lugares, sobre el censo. El referéndum es una manera de romper el inmovilismo en la discusión ya que el gobierno de Cataluña tiene el 80 o 90% de ayuntamientos y no puede poner en práctica su proyecto político porque hay una negativa al diálogo del otro lado.
El gobierno Español prohibió el referéndum y cuando vio que no era capaz de detenerlo, hubo detenciones, asaltos a sedes de partidos políticos, se bloquearon las cuentas del gobierno catalán. Ante la ofensiva del gobierno español, Canela describe que la gente decidió tomar los colegios y quedarse a dormir el fin de semana para garantizar que estén abiertos el 1° de octubre. Centenares de personas se acercaron a los colegios a las 5 de la mañana, fue una movilización popular enorme y la respuesta final del gobierno Español que pudo verse en las cadenas de noticias internacionales ha sido la represión, atacar a la población que estaba resistiendo pacíficamente. El grado de violencia del accionar de las fuerzas policiales ha sido brutal: se destruyeron colegios enteros, se golpeó a las personas, se las arrojó por la escalera, a una mujer le quebraron la mano, dedo por dedo, para que no pudiera votar.
Pero el pueblo catalán reaccionó de la manera inversa a la prevista y el periodista comparte que a pesar de que al ir a votar te arriesgabas a que literalmente te rompieran al cabeza, fueron a votar más de 2 millones de personas. La respuesta a la represión fue unánime. Hubo concentraciones frente a los puestos de trabajo, de las fábricas y de las oficinas en toda Catalunya. La represión unifico más a Catalunya, y Canela comparte que incluso gente que no está a favor de la independencia o al menos no lo declara, se ha pronunciado en contra de esta represión y no cree que esa sea la solución. La opción por la independencia esta entre el 45 y 50% de la población según encuestas pero el apoyo al referéndum es de más de un 80% de aceptación, existe una conciencia social a favor del referéndum ya que es una solución democrática y es la única.
Finalmente, Joan Canela, desde las tierras en lucha de Catalunya, expresó que, aunque gran parte del pueblo catalán está determinado a lograr la independencia, el que viene es un ciclo de luchas muy intenso y es muy difícil hacer pronósticos.