Desde el 4 de abril más de 20 mil personas de organizaciones campesinas e indígenas se movilizan en la ciudad de Asunción para exigir al gobierno paraguayo la quita de deudas y políticas públicas para la producción campesino-indígena. En este marco, se reflotó la exigencia de una reforma agraria para el desarrollo de un modelo agrícola sustentable y garantizar la soberanía alimentaria.
En el programa Enredando Las Mañanas del miércoles 20 de abril dialogamos con Perla Álvarez, integrante de la Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (CONAMURI) de Paraguay.
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Desde el 4 de abril, las organizaciones campesinas e indígenas realizan diferentes movilizaciones en la ciudad de Asunción para exigir al gobierno paraguayo una reforma agraria que garantice la continuidad y las posibilidades de la producción agrícola indígena-campesina. También, la CONAMURI se moviliza para defender el modelo agrícola sustentable de las comunidades y garantizar la soberanía alimentaria.
ELM: Buenos días Perla, ¿cuál es la situación actual de las economías familiares campesino- indígenas de Paraguay que ha resultado en las movilizaciones hacia la capital?
Perla Álvarez: Buenos días, en primer lugar, en Paraguay sufrimos una serie de golpes sucesivos. A partir del año 2012 se da un golpe de estado parlamentario en nuestro país y se instala un gobierno de facto que completa el período y luego tenemos unas elecciones en las que resulta electo el actual presidente Horacio Cartes. Sin embargo, este golpe institucional abrió el pie para que haya una mayor avalancha, un avasallamiento mucho mayor del agronegocio. En el campo paraguayo, el sistema capitalista ingresa en el campo de una manera mucho más agresiva: se expulsa con mayor intensidad a las poblaciones campesina-indígenas de sus territorios, forzando la migración involuntaria de las poblaciones o sometiéndolas a un estado de zozobra o inseguridad en su propio territorio.
Perla nos relata también que la problemática se profundiza a partir de las políticas públicas orientadas a liberar las semillas transgénicas. “Se expanda el territorio del monocultivo industrial en nuestro país, llegando a territorios donde hay mayor población campesina. Por eso, la continua situación de conflictos en los territorios ya no es como antes, que nosotros teníamos conflictos con los latifundistas. Ahora nos enfrentamos con empresas, con un poder económico exorbitante y que en los territorios muchas veces están en el lugar del estado. El estado está ausente y están presentes las empresas. Este interés de las empresas es el lucro incesante.”, dice.
Y añade: “todo un mecanismo por el cual la economía campesina indígena en los últimos tiempos fue bancarizándose o financiándose. Se han financiado desde las bancas privadas, porque la financiación pública para los pequeños productores agrícolas campesinos indígenas no hay. Las políticas públicas del gobierno actual y del estado están orientadas a las grandes empresas, a los grandes productores y no así para la agricultura a pequeña escala, como la familiar, que es la que desarrollamos los campesinos y las campesinas indígenas en nuestro país y en toda la región. Esta situación llevó a que una gran parte de la población campesina indígena está sometida a endeudamientos y como no existe ningún incentivo, ningún tipo de asistencia técnico-financiera que permita el desarrollo de la agricultura campesina, hace que la gente no pueda pagar sus deudas y viva en una situación de desesperación.”
ELM: Ante esto, deciden entonces movilizarse.
P:A: Así es. Esto es lo que motivó que desde el 4 de abril, la gente se llegue espontáneamente a Asunción en masa. Nos encontramos apostadxs en las plazas frente al parlamento desde ese día y haciendo movilizaciones, dando a conocer a la ciudadanía nuestros reclamos, de manera que puedan comprender por qué nos movilizamos.
ELM: ¿Nos podrás contar cuáles con las exigencias que se comparten en la movilización?
P.A: Les explicamos que las movilizaciones vienen para solicitar la condonación de las deudas porque son imposibles de pagar, debido a que la producción de los compañeros y compañeras no tienen precios o la producción que ha sido de alguna manera promovida por las instituciones del estado, por responsables de acompañamiento como el ministerio de agricultura u otras instituciones, no han salido bien y por lo tanto hay pérdida en la producción, o se ha iniciado un proceso de producción sin acompañamiento técnico púbico y también la producción fue fracasando. Con todo esto, entonces, la gente no puede pagar sus deudas y está en una situación de mucha zozobra, inseguridad, generando una desesperación. Esa es la población es la que vino a Asunción y está ahora apostada en Asunción. Está como sitiada la ciudad de Asunción.
ELM: ¿Qué políticas ha desarrollado el gobierno en relación con las comunidades campesinas indígenas?
P.A: Este gobierno tuvo un mecanismo por el cual ha cambiado la legislación a gusto y paladar, de acuerdo a los intereses de a quiénes responde el gobierno. Este gobierno, de corte neoliberal, responde a los intereses empresariales. Es más que evidente eso. Entonces hay toda una serie de cambios legislativos, todos en detrimento de la población: se aprobó la ley de alianza público-privada, la ley de militarización, una modificación de la ley de seguridad interna, una ley de responsabilidad fiscal, creación de nuevos impuestos para la población, rechazo de proyectos de leyes que surgen de iniciativas populares o que tienen que ver con políticas públicas sociales. Lo último, el año pasado se aprobó una ley que impone impuesto de IVA a las operaciones cooperativas, un interés sobre los préstamos y sobre otros tipo de operaciones que hacen las cooperativas.
Paraguay probablemente es uno de los países que tiene mayor número de asociados y asociadas en cooperativas, porque de alguna manera contribuye a la financiación de las pequeñas y grandes inversiones en términos productivos para la población. Esta ley entra en vigencia a partir del 1ª de abril, y ante eso es que se plantea una alianza coyuntural entre cooperativistas, que afecta a gran parte de la población campesino-indígena también, y sectores urbanos cooperativizados.
Entonces hay una movilización muy grande en Asunción. Estamos hablando de que en los primeros días hubo unas 20 mil personas. Eso es muchísimo para nuestro contexto. Y ahora en este momento se cree que hay diez mil personas, porque la gente hace más de dos semanas que está apostada en la ciudad de Asunción y una parte fue para poder recuperar energías y traer más gente en estos días.
Se plantea entonces que el gobierno pueda dar salida a ambas demandas, por un lado la condonación de las deudas a los campesinos por sus créditos y por otro lado, la derogación de la ley de entidad cooperativa.
ELM: ¿Cuál es el animo que se vive en estos momentos en Asunción?
P.A.: La gente vino con un descontento muy grande del actuar del gobierno, se ve como que hay odio del gobierno hacia la población campesina. Hay cero oídos para los reclamos, entonces la gente está con mucha rabia contenida todavía de alguna manera. Pero también tiene un autocontrol muy grande, la gente no es violenta, marcha pacíficamente en las calles de Asunción. Hay mucho amedrentamiento policial: el día domingo durante todo el día, desde los diversos estamentos gubernamentales, personas vinculadas a esos estamentos estuvieron difundiendo audios de whatsapp amenazando, amedrentando a la población, a la ciudadanía de asunción a que no se sume a las movilizaciones porque posiblemente habría un levantamiento, o provocaciones para generar un disturbio. Cosa que es absolutamente falsa, sino que buscan de alguna manera que la ciudad no se solidarice con el campo. Entonces la gente está con ganas de comentar su vivencia en la ciudad de Asunción y hay mucha solidaridad realmente en esta reivindicación económica que traen los compañeros y las compañeras al gobierno actualmente.
ELM: ¿Cuál es la respuesta del gobierno?
P.A: Ninguna. El jueves fue tratada en el parlamento la ley de IVA para las cooperativas, la cual quedó intacta, o sea, no fue modificada, no fue rechazada, no fue anulada. O sea, queda igual. Entonces, el sector cooperativo se vuelve a reunir y dice “bueno, vamos a seguir viendo qué medidas tomamos”. Las movilizaciones siguen, pero al día de hoy, en este momento probablemente esté habiendo una reunión con la dirigencia campesina, con el gobierno con el ejecutivo. Ante la falta de repuesta en la semana pasada, la dirigencia campesina y cooperativa había planteado una cumbre de poderes, donde estén el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial, de manera que se pueda buscar una salida a los planteamientos.
Hay otros ítem en las reivindicaciones, pero estas dos son las fundamentales y son las que mueven incluso espontáneamente a la gente.
ELM: Agregaste un tópico que no conocíamos, que es la movilización cooperativa, que es interesante para ver cómo se van articulando también los ejes en términos de un modelo de economía alternativa, se puede decir, el que representan las cooperativas y lo que sería también el modo de producción campesino indígena. Se ve semejanza con la realidad argentina, donde la producción campesina indígena está cada vez más cercenada, más imposibilitada de desarrollarse, condicionada por el endeudamiento, por la frontera de los cultivos transgénicos a escala, por el desalojo, las migraciones a las ciudades. Hay un paralelismo importante y profundo.
¿Cuáles son las expectativas, cómo ven el escenario de cara a una respuesta del gobierno?
P.A. Ante el planteamiento de la dirigencia campesino cooperativa, la semana pasada, de realizar una cumbre de poderes, no han asistido los tres poderes, estuvieron dos de ellos. Incluso el ministro de interior y otro miembro de las autoridades nacionales han manifestado que no quieren reunirse con los dirigentes (…) la cuestión es que hay como oídos sordos a los reclamos de la población que está movilizada. Pero por otro lado, en este fin de semana se activó un mecanismo de parte del estado de dialogar, de invitar a un diálogo desde el ejecutivo, con el sector cooperativo por un lado, y con el sector campesino-indígena por otro lado, dividiendo. Esa es la estrategia que se plantea desde el gobierno.
(…) La movilización sigue, desde muy temprano esta mañanita empezó una movilización desde la plaza donde está la gente acampando hace quince días hasta el palacio de gobierno donde se plantea la reunión. La policía hizo un cierre hermético en todo alrededor, tal esa así que la gente no puede llegar hasta el palacio, está en los alrededores, dando vueltas, en apoyo a los compañeros que fueron designados para el dialogo con el gobierno.
En lo personal, y desde nuestra organización CONAMURI, nosotras no tenemos grandes expectativas con respecto a lo que el gobierno pueda plantear. De hecho, los compañeros y las compañeras traen una reivindicación que es la condonación de deuda y lo que por la prensa el gobierno dice es que plantean la refinanciación, porque no se puede condonar deudas del sector privado. Sin embargo, el día que se rechaza el IVA a cooperativas y no se trata el tema de la condonación en el parlamento, el día jueves pasado, ese mismo día el parlamento aprueba una exoneración de las cuentas del sector privado del sector del transporte con la banca pública. O sea, hay una incoherencia, una paradoja muy grande en ese sentido, lo que implica que este gobierno no tiene ningún interés en fortalecer la agricultura campesino indígena y por lo tanto tampoco tiene interés en resolver los problemas sociales que se generan como consecuencia de la falta de apoyo a la agricultura.
Pero por otro lado, nosotras entendemos también que esta movilización es un acto de desesperación, como decía al inicio, de la gente por las deudas a las que está sometida, y ante eso lo que nos planteamos es que necesitamos avanzar un poco más en la reflexión política e ideológica de desnudar lo que hay detrás de las políticas actuales de este gobierno, porque percibimos nosotras un claro plan de contra-reforma agraria.
Desde que asume este gobierno, sentimos la necesidad de reinstalar el debate sobre la reforma agraria integral, popular, una reforma agraria que rompa con los paradigmas de la tenencia de la tierra, que rompa con los paradigmas del modelo de producción, que rompa los paradigmas de la dependencia en materia alimentaria que estamos teniendo en los últimos tiempos.
Somos un país inmensamente rico en tierra fértil y agua dulce para poder autoabastecernos en materia de alimentación, pero por falta de ese apoyo a la producción campesino indígena, el 50% de la alimentación que consumimos en Paraguay estamos importando de fuera del país, principalmente desde Argentina, Brasil e incluso de otras partes del mundo.
Entonces hay una clara intención de expulsar a toda la población del campo para desarrollar lo que ya viene implementándose: una agricultura sin campesinos ni campesinas, mecanizando la mayor cantidad de extensión posible. Para ello no importa si habría que eliminar incluso una parte de la población.
Ante eso, entonces, nuestro llamado a los compañeros y las compañeras es que sea cual fuera la respuesta de este gobierno hoy o mañana (…) queremos animar a los compañeros y las compañeras diciendo que no estamos derrotados, aunque no nos den las respuestas que necesitamos en este momento, y que lo que ahora estamos aprendiendo es que necesitamos organizar nuestras fuerzas, organizar en nuestras comunidades la resistencia ante el modelo de producción, organizar la resistencia ante la supermercadización de la circulación de alimentos de producción agrícola, necesitamos pensar que la soberanía alimentaria parte también por recuperar nuestros territorios para producir alimentos.
En este sentido invitamos a la población en general, y a la ciudad también, a sumarse a una campaña que desde la Vía Campesina, CONAMURI integrando, lanzamos el día de anteayer una campaña por la recuperación de las tierras malhabidas que va a sumarse a una campaña por reinstalar el debate por la reforma agraria popular, que tenga como eje central la alianza de toda la clase trabajadora, la clase empobrecida, del campo y la ciudad como parte de un modelo de una sociedad que se plantee romper profundamente con la estructura de este modelo capitalistas, porque vemos que este modelo de desarrollo planteado por el sistema capitalista para el campo paraguayo y para toda la región también no nos va a llevar a tener mejores condiciones de vida.
Por lo tanto nuestro esfuerzo necesariamente tiene que ir apuntando a la construcción del poder popular, a plantearnos romper con los pilares del estado opresor que tenemos en este momento, pensar el autogobierno desde los trabajadores y las trabajadoras, plantearnos nosotras qué tipo de estado queremos, cómo queremos, y plantearnos este poder popular que no se trata sólo de tomar el poder de este estado burgués, sino sobre todo cómo destruir este estado y construir otro estado en el cual podamos hablar de Teko Porä, del Buen Vivir y de vivir con dignidad en el campo y en la ciudad.
Un poco esto como reflexión en relación a lo que estamos viviendo en el país, que sabemos que lo que estamos viviendo aquí no es casual ni tampoco está aislado, sino que se esta viviendo en toda la región y en el mundo.