La lucha por el respeto a los derechos humanos es en sí una lucha defensiva, una acción necesaria por la vida ante el persistente acto de ataque del poder.

La ejemplar acción en defensa por los derechos humanos tiene en nuestro país más de 80 años con la existencia de organismos de distintos índole, pero todos ellos paridos con el dolor de crimines, injusticias, silencios impuestos e impunidades del bloque dominante  que se sostienen en el tiempo gracias a los aceitados pilares del poder.

El motor de estas acciones es la lucha contra la impunidad y el olvido, dos grandes fundamentos que constantemente impulsan en lo individual y colectivo un proceso que por momentos pareciera utópico, que no espera resultamos inmediatos pero aspira a consagrar un vital acto de justicia.

Según los distintos momentos históricos que ha atravesado nuestra sociedad, el eje o bandera de lucha ha tomado distintas características, pero siempre hermandxs por una contradicción en común que plantea la división de clases y la opresión de una sobre la otra.

Desde un grotesco punto de vista la lucha por el juicio y castigo a los genocidas, pareciera no tener puntos de partida en común con la lucha contra el gatillo fácil o la represión de hoy. Pero visto desde una perspectiva histórica encontraremos fácilmente que los niveles de represión (acción de opresión) responden a las necesidades coyunturales del bloque dominante por dar viabilidad a su existencia.

Durante el proceso democrático abierto en 1983 a la fecha, el estado nunca ha dejado de reprimir, asesinar, desaparecer, perseguir, encarcelar a nuestro pueblo. La terrorífica estadística dada a conocer por CORREPI a fin del año pasado donde una persona es asesinada cada 23hs. por alguna fuerza represiva en nuestro país, es la constatación más elocuente de la necesidad de una visión integral de una lucha que no debe estar segmentada por las temporalidades de los hechos.

Luchar por justicia por Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Facundo Ferreira o el joven linchado recientemente en San Juan, o contra las represiones a la protesta social (marcha por Santiago, ajuste a las jubilaciones, cortes contra despidos) es una acción necesaria del momento que nos toca atravesar como sociedad y desde donde debemos pensarnos para mirar el pasado, comprender nuestro presente y enunciar el futuro que deseamos.

Ilustración: Santiago Maldonado / Desaparecido asesinado por Gendarmería; Luciano Arruga / Detenido, asesinado y desaparecido por la Policía en Buenos Aires; Rafael Nahuel / fusilado por Prefectura / Facundo Ferreira / Fusilado por la policía de Tucumán.

Texto: @JoseComunicando