Entre el 11 y el 18 de mayo se desarrolló la Audiencia Pública sobre la Autovía de montaña que el Gobierno de la Provincia ya se encuentra realizando en el Valle de Punilla. Gustavo Cedrón, integrante del medio comunitario Radio Roja y de la Asamblea Vecinal de Casa Grande, quien fue uno de los expositores en la Audiencia, hace un balance de la misma.
Mientras escribimos estas palabras, se finaliza la lectura de las actas de la Audiencia Pública sobre el Estudio de Impacto Ambiental de la Alternativa Pedemontana a la Ruta Nacional 38, conocida como autovía de montaña, en las instalaciones del Club Deportivo Santa María. Es viernes 18 de mayo. Así finaliza un evento social que ha marcado la historia de esta región, que poco a poco fue tomando el nombre de Punillazo, mientras nos íbamos dando cuenta que algo fuerte estaba pasando entre nosotrxs, algo que nos une, alienta y empuja a seguir luchando en defensa de la vida.
¿Cuándo comenzó? Podríamos rastrearlo hasta la primera vez que un vecino de San Roque vio marcas en el terreno, que luego serían parte de una obra que está destruyendo la comuna. Hoy se construye un puente y se arrasa con el monte de manera bestial. Nos lo cuentan lxs compañerxs en cada encuentro, y nos hacen sentir su dolor en cada palabra. Ignorados por la jefa comunal salieron a propagar este avance criminal del “progreso” capitalista sobre el poco monte nativo que queda en la provincia, y encontraron en las demás localidades de Punilla personas con las que hermanarse.
Se arma una asamblea ambiental aquí, una asamblea vecinal por allá, cada una con sus particularidades, formas y dinámicas. Pero esto no impidió que todo el valle se una en una gran coordinación de asambleas que empezó a trabajar para detener este monstruo. Reuniones, viajes, acciones sobre la ruta, debates álgidos, idas y venidas, comisiones que se arman, cumpas que se suman, broncas que se canalizan en un solo objetivo: informar a lxs vecinxs. Tenemos que ser más, tenemos que ser todxs.
El poder empresarial y estatal siempre jugando en contra, desinformando, poniendo obstáculos, atacándonos para rompernos. Pero con el tiempo éramos más fuertes. Hoy sentimos que somos fuertes. Atacamos por todas las vías, se presentaron amparos que fueron ignorados sistemáticamente, se hicieron reuniones y charlas donde se mezclaban vecinxs de todos los pueblos en búsqueda de explicar y entender que estaba pasando.
Gracias a ese trabajo se pudo mantener un acampe de cuatro días frente a los juzgados federales de Cosquín y uno de 8 días, que hoy finaliza, frente a la Audiencia Pública en Santa María de Punilla. Nos apropiamos de cada espacio y cada momento. Hermanados en la lucha cada paso era consensuado y comprendido como uno más de un proceso que entendemos es político y social.
El viernes pasado -11 de mayo- comenzó la audiencia. En realidad comenzó la tarde del jueves cuando los cumpas que acampaban en el juzgado se mudaron a Santa María. Allí fue la vigilia. Allí los esperábamos. Ellos expusieron su relato, político y técnico, y se fueron. Solo sumaron 70 voces por el sí, la mayoría funcionarios. Luego de eso el lugar y el tiempo fueron nuestros. Transformamos un espacio simbólico en un encuentro para defender la vida. Durante los restantes días dimos las razones técnicas y políticas de nuestra negativa. Nos emocionamos hasta las lágrimas, cantamos, bailamos, desde niñxs hasta adultos mayores dieron su palabra. Hicimos yoga y ofrendas a la pacha. Le echamos la culpa al capitalismo y dijimos revolución. Esta gama de colores en el ambiente se transmitió por las ondas de las radios comunitarias hacia toda la región. La audiencia era seguida como un partido de futbol importante ¿Por qué numero van? ¿Quién está hablando? Llegaban los mensajes de quienes no podían estar en la sala.
Fuimos violentados y ninguneados. Por dar un ejemplo, por ordenes de la Secretaría de Ambiente se pretendía terminar con el proceso en horas de la madrugada de hoy, superexplotando a las trabajadoras de la secretaría y obligando a lxs cumpas a desgastarse aún más. Pero era más lo que se estaba construyendo que los golpes que nos querían destruir. Logramos 285 no. 285 veces se le dijo si a la vida. No solo tenemos las razones sino que también somos más, muchos más.
Hoy tenemos otra instancia. Hay una audiencia en Cosquín donde también nos vamos a hacer presente. El Punillazo está en proceso, somos el monte que habla, no pasarán.
*Gustavo Cedrón