En las primeras horas del día de hoy, las voces desesperadas de lxs vecinxs de Barrio Parque Esperanza de la localidad de Juarez Celman empezaron a difundirse por las redes denunciando la presencia de fuerzas de la infantería de la policía provincial y el bloqueo de los accesos a cualquier vehículo que intentara ingresar en el terreno en el que habitan.
Sólo unos minutos después los relatos se volvieron desgarradores, cuando comenzaron a describir el modo en que el personal policial empezó a destruir las viviendas, tirándolas abajo o incendiándolas, todavía en medio de la oscuridad y a expresar sus esfuerzos para resguardar a lxs numerosxs niñxs.
Escuchamos el audio de Vanesa Villegas, una de las vecinas, donde informa en la mañana de hoy la presencia policial.
En este momento, el gobierno municipal y el ministerio de desarrollo social provincial ha montado una “oficina” en uno de los espacios comunes de la cooperativa, donde, denuncian las vecinas, tres trabajadoras sociales “entrevistan” a lxs habitantes y lxs amenazan con la detención. El pedido de quienes sufren esta brutal represión a organizaciones sociales y políticas, medios de difusión, legisladorxs, sindicatos y a todxs lxs ciudadanxs a acercarse de manera urgente al barrio para detener la violencia.
Es importante señalar que la última orden de desalojo notificada fue detenida por orden de un juez luego de la presentación de un recurso de amparo por parte de lxs vecinxs. El funcionario judicial refirió en esa oportunidad que no se encontraban garantizadas las condiciones para su ejecución, entre las cuales señaló la falta de notificación en tiempo y forma y la ausencia de garantías de la vigencia de los derechos de lxs habitantes de Barrio Parque Esperanza.
En una lucha que contrapone dos posiciones muy distintas sobre el derecho a la tierra y la vivienda, las 101 familias que resisten el desalojo denuncian que la intendente Miryam Prunotto gobierna para los negocios inmobiliarios de la zona. Mientras que el problema que viven, afirman, no es más que una expresión de la emergencia habitacional que azota todo el territorio provincial, por la que más de 154 mil familias carecen de vivienda propia.