La Casona es una construcción histórica que perteneció a Felix Garzón, un ex Gobernador de Córdoba. Hoy en día funciona el espacio como un centro cultural sosteniendo un programa relacionado con la lucha por la tierra, la pelea de los espacios como lugares públicos de trabajo cultural para las personas de la comunidad.
Actualmente, el Gobierno Nacional intenta rematar el espacio para concretar negocios inmobiliarios con el sector privado.
En “Enredando Las Mañanas” entrevistamos a Marcos miembro del Centro Cultural y comunitario La Casona, que se encuentra en el barrio Argüello de la ciudad de Córdoba.
Nos cuenta Marcos que el espacio fue “recuperado hace cuatro años por un grupo de vecinos autoconvocados, se decidió recuperar un espacio público que estaba sin uso, abandonado, saqueado también”. “Pertenece al patrimonio cultural de la Provincia y de la Nación porque era la casona de veraneo del ex Gobernador Felix Garzón” – recuerda.
Se decidió recuperar el espacio porque era un baldío, se empezó con una huerta comunitaria, luego se comenzaron a dictar algunos talleres, de repente esto fue creciendo por el interés de vecinxs y otros espacios. Hoy en día funciona una biblioteca popular, talleres de yoga, de huerta, de ciclomecánica, va a comenzar un taller de bioconstrucción y están recuperando una cancha de fútbol.
El remate
Marcos explica que “hace poco nos enteramos que el Estado, dentro de esta planificación masiva que es privatizar los espacios públicos, y vender las pocas tierras a privados, se remata La Casona y pasaría a manos de privados”. En este sentido resalta que hay “una falta de papelerío” para que el espacio pase a ser patrimonio histórico. Así, el entrevistado continúa: “Dentro de ese avivamiento político que hay ahora, se subastan 6 espacios para recaudar 11 millones de pesos, nosotrxs decidimos empezar un plan de lucha de recuperación y autonomía de los espacios populares y públicos; a mí entender es como subastar una plaza o un parque, esto es un bien del Estado, mi concepto es que el Estado somos todxs, autoritariamente no podes venir a vender algo que nos corresponde y que a la vez tiene un uso social”.
La gente no solo asiste al espacio a tomar un taller cultural sino que hay cooperativas de trabajo, hay muchas personas sosteniendo La Casona. “Este es un espacio fundamentalmente para niños, para generar una pedagogía emancipatoria, para ser seres más autónomos e independientes – reflexiona Marcos – Eso no le sirve al Estado lógicamente”.
Los negociados del Estado
Llama la atención que estos espacios, siempre que aparecen recuperados por personas interesadas en un fin social, autogestivo, justo en esos momentos, aparece el interés privado mediado por el Estado Nacional. Así la fuerza ejecutiva es la que juega el papel principal entre la expropiación, la venta y el negociado, en este caso con un Centro Cultural que funciona hace 4 años.
Marcos dice que hace un tiempo, al ser un bien del Estado, iban inspectores al espacio a sacar fotos: “ellos tienen un registro detallado de lo que venimos haciendo” explica el entrevistado. De pronto fueron y pusieron el cartel de subasta, no se les avisó nada, no hubo ningún tipo de explicación. Cuenta Marcos: “Ayer nos chocamos con esto de que posibles compradores recorrían el patio; nosotros no sabemos qué hacer, no se le explica al comprador que eso pertenece al patrimonio; a eso lo van a derrumbar, y cualquier proyecto que esté ahí va a ser un proyecto privado e inmobiliario”.
Hay un interés de la Municipalidad, un pedido hacia Nación, de que La Casona se registre como patrimonio cultural, que no se fraccione el terreno, que permanezca intacto. Pero para que se ceda a la comunidad tiene que haber un interés social de la gente en recuperar el espacio público: “Nosotros tenemos que tomar parte en lo que nos toca y ser actores que defienden sus derechos”.
En este sentido Marcos manifiesta que “no es solo una lucha de La Casona, es tomar conciencia y dimensión de que nos están saqueando por todos lados, por cultura, por educación, por tierra, por trabajo, están privatizando todo; es un momento de no dormir más, es momento de levantarnos, hacernos escuchar, el Estado somos nosotros; los que están del otro lado tienen que obedecer lo que proponemos y no viceversa, no defender intereses privados – y concluye – Nosotrxs somos todxs y ellos son unos pocos, somos todxs juntxs luchando por lo mismo, por el acceso a la tierra, por el trabajo, por la producción de nuestros propios alimentos”.
El plan de lucha
El día de mañana a las 11:00 hs se realiza en La Casona un evento cultural para hacerle frente a las intenciones de subasta y remate del espacio. En este sentido se invita a la participación de toda la sociedad en defensa de la cultura popular: “El 9 de Julio hacemos una peña, con música, producción artesanal, una venta de locro, dónde se visibilice el espacio; esto es un espacio público que nos pertenece a todxs, no es solo de lxs pibxs de La Casona”.
Además el 2 de agosto, el día de la subasta, se convoca a la puerta del Banco Nación, en la calle Buenos Aires al 45: “Convocarnos todxs, como ciudadanxs, como organizaciones a defender la cultura, los espacios populares, como espacios de encuentro, esto que pasa con los artistas callejeros es lo mismo, es privatizar la cultura y el espacio público, no se puede tener cultura ni en la calle” – cierra el entrevistado.