Por Zumba la Turba. Hoy 29 de febrero, era el día establecido por el ministerio de educación provincial para dar inicio al ciclo lectivo 2016 en todas las escuelas de la provincia de Córdoba.
Sin embargo, en su lugar, se desarrolló un paro convocado por la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba, con altísimo acatamiento y una masiva movilización docente por las calles de la ciudad, que partió de la sede gremial alrededor de las 10:30hs. para terminar con un acto frente a la casa de gobierno.
Importante fue la presencia de grupos de docentes marchando identificadxs con banderas de sus escuelas, así como numerosa la columna de las listas opositoras a la conducción del sindicato. Conducción que retiene el sindicato desde hace décadas a pesar de la percepción en las bases, año a año, de que sus intereses no son legítimamente representados.
La convocatoria al paro responde a que ni siquiera la burocracia sindical -de donde surgió el actual ministro de educación, Walter Grahovac-, pudo aceptar de buenas a primeras la irrisoria propuesta oficial de un 25% de aumento en dos cuotas y sumas no remunerativas que harían que –en algunos cargos del escalafón, no en todos- el aumento llegara como máximo a un magro 32%, lejos de los cálculos de inflación de todos los sectores, que toman como referencia la devaluación y la inflación proyectada para lo que resta del año.
En el marco de la movilización, conversamos con Paola Gaitán, delegada departamental por Capital e integrante del Frente Gremial Saleme-Encuentro Docente, quien compartía su mirada sobre la movilización.
Paola Gaitán: ¿Por qué estamos movilizadas las maestras? Podríamos decir que en realidad es una clase en la calle. En primer lugar, porque las maestras sabemos sumar, restar, multiplicar, hacer la regla de tres y en realidad esta oferta salarial, esta propuesta que hace el gobierno, no solamente que ya tiene esta cuestión de que inventa un porcentaje que es mentira porque es en dos veces -que eso lo vienen repitiendo año a año-, sino que además tiene sumas en negro, e incorpora dentro de la estructura salarial, algunos ítems como es el material didáctico y el incentivo docente, que tienen que ver con luchas históricas que ha dado la docencia y no conforman parte de nuestro salario. Ento
nces, en eso también, no solamente sabemos sumar y restar, tenemos historia y tenemos memoria, y sabemos que todos esos ítems tienen que ver con luchas propias que no tienen que ser parte de nuestro salario. Lo único que hace eso es precarizar más nuestro salario.
Además, al tener estas características, perjudica más a nuestros jubilados, que ya vienen perjudicados con la última ley [previsional provincial] sancionada, la 10.333, que recorta el porcentaje que reciben como salario, que es el 73% [de los activos], y este tipo de supuestamente aumento salarial en estas condiciones no llega a los jubilados.
Zumba: ¿Qué pasa con las escuelas, cómo llega la opinión de lxs docentes al sindicato, a la hora de negociar lo que va a ser el salario este año?
PG: Este año hicimos un montón de esfuerzos desde la oposición (…) para que se dieran las asambleas en las escuelas, y para que dentro de los organismos estatutarios del gremio, justamente Monserrat lleve la voz de los compañeros y las compañeras de las escuelas. Ha sido bastante peleada esta cuestión y lo que hemos logrado es que esta semana no solamente esté esta medida de fuerza, sino que miércoles y jueves haya asambleas escolares, el viernes asambleas de delegadxs y el lunes una nueva asamblea departamental de la provincia.
Entonces es en esos momentos, que son nuestros espacios democráticos, donde nosotros podemos hacer escuchar nuestra voz. Es muy importante que podamos discutir en las escuelas cuál es el salario que necesitamos, teniendo en cuenta la devaluación, teniendo en cuenta que en la provincia hay plata, y cuáles son las medidas de fuerza que nos van a hacer continuar esta lucha.
Zumba: ¿Existe un piso que suena entre las docentes de lo que sería exigible como aumento salarial?
PG: Sí, pero eso no lo ponemos nosotras, lo pone el gobierno. El gobierno fija un piso e intenta también un techo, en relación a sus propios intereses y los acuerdos que tiene con las provincias. Nosotras tenemos que pensar en qué necesitamos nosotras.
Además de esto, por lo que nosotros estamos luchando tiene que ver con que históricamente las mesas de negociación salarial solamente se habla de salario, y nosotros tenemos que incorporar el tema de la precarización laboral que atraviesa a todos los trabajadores y las trabajadoras, y que en particular en educación se ve reflejado en los compañeros y compañeras que están en situaciones de precariedad en los programas nacionales como CAJ, CAI, el Plan Fines, el Plan Conectar Igualdad, y que justamente están en esta marcha reclamando no solamente la estabilidad de los programas, sino que se regularice su situación y condición laboral.