Es en la comunidad 6 De Octubre, amenazadxs con violencia y despojo de sus tierras // Además asesinan al defensor de DDHH de los pueblos chiapanecos, el sacerdote Marcelo Pérez.
n un reciente comunicado con fecha del 16 de octubre, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, alertó sobre las constantes prácticas violentas y amenazas de desalojo por parte de pobladores de la comunidad llamada Palestina hacia bases de apoyo zapatistas de la comunidad 6 De Octubre, perteneciente al caracol Nuevo Jerusalén, Selva Lacandona – Chiapas.
Luego de que años atrás el EZLN diera a conocer una nueva forma organizativa de las bases de apoyo (así llaman a las/os zapatistas que viven en la comunidades, hacen los trabajos comunitarios y llevan adelante el Buen Gobierno), y que celebrará públicamente la creación de nuevos Municipios Autónomos y 7 nuevos caracoles, sumándose a los 5 ya existentes (link del comunicado); lamentablemente el contexto de violencia, hostigamiento y amenazas hacia las/os zapatistas no cesa, de la mano de los malos gobiernos y sus engranajes represivos, del paramilitarismo, el narco y el “crimen organizado”.
En esta ocasión denuncian violencias y amenazas hacia las/os zapatistas de la comunidad 6 De Octubre por parte de comuneros del poblado llamado Palestina. Éstos últimos amenazan, entre otras cosas, con desalojar a las/os zapatistas de las tierras en las que viven y trabajan desde hace más de 30 años.
En el comunicado oficial el EZLN asegura que pobladores de Palestina señalan: “que hay presiones del llamado Crimen Organizado (…) y hay acuerdo con los distintos niveles de gobierno para dar carácter `legal´ a este despojo”.
Por último anuncian que los Encuentros Internacionales de Rebeldías y Resistencias convocados por el EZLN para el 2024 y 2025 serán suspendidos ya que las condiciones de seguridad no están garantizadas.
A todo esto se le suma el asesinato del defensor de derechos humanos y sacerdote Marcelo Pérez, el pasado 20 de octubre en Chiapas. Marcelo Pérez fue un gran y reconocido luchador por los derechos de los pueblos y comunidades de Chiapas, y denunció innumerables situaciones de violencia y despojo que involucraban a los gobiernos en concomitancia con fuerzas paramilitares y cárteles narco.
Desde 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó al estado mexicano la implementación de medidas cautelares a favor del sacerdote por ser objeto de constantes amenazas y agresiones de parte de grupos de la delincuencia organizada. El estado, claro está, hizo caso omiso ante esta exigencia, y respondió criminalizando y persiguiendo judicialmente al luchador mediante una orden de aprehensión.
A raíz de estas situaciones se han convocado nacional e internacionalmente campañas de apoyo y solidaridad para denunciar y visibilizar las constantes amenzas, persecuciones y asesinatos a luchadores sociales, en particular el caso del sacerdote Marcelo Pérez, y exigir el Alto a La Guerra Contra Los Pueblos Zapatistas.
Aquí podes encontrar imágenes para compartir sobre el Alto a La Guerra y sumarte a la campaña. Y podes firmar la Acción Urgente publicada por el Centro de DDHH FrayBa con información actualizada sobre los ataques.
Un poco de contexto
Reproducimos algunas palabras del comunicado oficial del Congreso Nacional Indígena de México que historiza brevemente y explica la situación actual de Chiapas:
“Chiapas al borde de la Guerra Civil fue el título del comunicado del EZLN del 19 de septiembre de 2021, hoy Chiapas es un campo de Guerra Civil. Desde 2021 el EZLN ya había advertido de los vínculos entre el gobierno de Chiapas con los cárteles de la droga y denunciaban desde entonces el crecimiento del narcoparamilitarismo que tiene ahora a Chiapas sumergido en la más sangrienta violencia.
En Chiapas el narcoparamilitarismo está despojando el territorio y como lo mencionan loas compañeroas Zapatistas opera junto con los diversos niveles de gobierno para legalizar estos despojos. Las mismas tierras que el EZLN liberó de manos de los finqueros en 1994 son las que ahora los gobiernos de los tres niveles pretenden, favoreciendo pasiva o activamente los despojos y la violencia, poner nuevamente en manos de criminales.
En México la guerra no solo no terminó, se ha recrudecido en algunos estados y uno de ellos es Chiapas. La gestión de la guerra que está haciendo el gobierno ha consistido en el despojo del territorio, en la criminalización de la rebeldía y claro, en un discurso que minimiza las atrocidades y justifica el creciente e ineficaz militarismo, como lo ha probado la ininterrumpida militarización en Chiapas. La guerra del narco que ensangrentó la frontera norte de México y poco a poco todo el país, ahora se extiende hacia el sureste y la frontera sur, y ahí los intereses criminales extractivistas, narcoeconómicos y contrainsurgentes de arriba confluyen y se convierten en una guerra narcoparamilitar particularmente hostil en contra de las Comunidades Zapatistas, mientras la Guardia Nacional y el resto de las Fuerzas Armadas no solo solapan estas prácticas criminales sino que las protegen y por otro lado asesinan a migrantes.
Chiapas ha vivido una guerra de baja intensidad por 30 años desde la presidencia de Carlos Salinas, México ha vivido una narcoguerra por casi 20 años desde la Presidencia de Felipe Calderón y tras tres años de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador el EZLN advirtió el recrudecimiento de la violencia favorecida por el gobernador Rutilio Escandón y una posible guerra civil en Chiapas, a poco más de dos semanas de la presidencia de Claudia Sheinbaum Chiapas está en un escenario de guerra civil y uno de los pocos rincones de dignidad que le quedan a México y al planeta, el territorio Zapatista, es nuevamente acechado por la muerte y la destrucción. Como dice el comunicado del EZLN: “ésta es la realidad de la ‘continuidad con cambio’ en los malos gobiernos”.